Unas horas antes, Díaz-Canel había reconocido que la economía cubana operaba prácticamente “al día”, en medio de una dura crisis, y que se esperaba una mayor hostilidad desde Estados Unidos en el próximo mandato republicano.
“Marchamos ya para decir al gobierno de Estados Unidos: ¡dejen al pueblo cubano vivir en paz! Abajo la injerencia, abajo el bloqueo, abajo las medidas coercitivas unilaterales contra Cuba”, dijo el mandatario, desde una tarima ubicada a un costado de la Embajada de Estados Unidos, ante una multitud que se aprestaba a desfilar por el Malecón habanero.
La manifestación también estuvo encabezada por el líder y ex presidente Raúl Castro.