Al menos 34 migrantes han muerto al hundirse la embarcación en la que viajaban rumbo a Chipre frente a las costas de Tartus, en el oeste de Siria.
A través de un comunicado, el Ministerio de Salud de Siria ha informado que también han sido rescatados 20 migrantes que iban en la embarcación hundida y trasladados al hospital Al Basel de la localidad para recibir atención médica, según ha publicado este jueves la agencia siria oficial de noticias, SANA.
A su vez, el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) ha elevado la cifra de fallecidos a 36, incluidos migrantes sirios, y ha agregado que al menos cien personas están desaparecidas.
La nota indica que el barco partió de la localidad libanesa de Trípoli hace varios días con destino a un puerto en Europa para obtener distintas nacionalidades.
Más temprano, la agencia española de noticias Efe, citando al director de puertos marítimos de Siria, Samer Kobsarsli, ha comunicado que la embarcación naufragada llevaba a migrantes indocumentados a Chipre desde El Líbano, país que atraviesa la peor crisis económica de su historia.
Según los datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), alrededor de 80 % de los libaneses viven por debajo de la línea de pobreza, y que cerca del 90 % de refugiados sirios en el país árabe padecen pobreza extrema y la mayoría está afectada por la inseguridad alimentaria.
El Líbano se ha visto envuelto desde finales de 2019 en una profunda crisis financiera que ha provocado que la libra libanesa perdiera alrededor del 90 % de su valor frente al dólar y provocó el colapso de su sistema bancario.