Hasta el lunes pasado tenía Rusia para devolver 400 aviones que el país alquiló a empresas europeas aunque ya comienzan a darlos por perdidos.
Según informó la agencia Reuters, el presidente Vladimir Putin firmó una ley que permite a las aerolíneas rentadas a nombre de Rusia, con lo cual aquellas aeronaves que se quedaron en el país tras el inicio de la guerra pasarán a propiedad del gobierno.
Volodymyr Bilotkach, quien es profesor en gestión de transporte aéreo en el Instituto de Tecnología de Singapur, alertó que “me temo que seremos testigos del robo de aeronaves más grande en la historia de la aviación civil comercial”.
Los arrendadores deben pagar enormes amortizaciones o iniciar una batalla que perdurará por largo tiempo para rescindir los contratos de préstamo de aviones antes de que llegue el 28 de marzo, debido a la nueva ley rusa en respuesta a las sanciones de la Unión Europea.
El propio Kremlin notificó que Rusia ya puso más de la mitad de las aeronaves extranjeras su propio nombre.
La agencia rusa de noticias Interfax citó al gobierno de Putin que acusa que hay 78 aviones arrendados a transportistas rusos que están incautados en el extranjero, así que el hecho de quedarse las 400 aeronaves podría tratarse de una respuesta del Kremlin.