La reina Elizabeth II conmovió a millones de personas en todo el mundo cuando derramó una lágrima al despedirse de su difunto esposo, el príncipe Philip, durante un servicio de acción de gracias por la vida del duque de Edimburgo, quien murió a los 99 años en abril de 2021.
La reina fue escoltada al servicio religioso en la Abadía de Westminster por su hijo, el príncipe Andrew, quien hacía su primera aparición pública desde que resolvió su reciente caso de agresión s3xual con Virginia Giuffre.
Inicialmente, había caminado del brazo de Andrew antes de dar los últimos pasos sola cuando llegó al final del pasillo.
Otros miembros de la realeza de alto nivel también asistieron al evento, incluido el príncipe Charles, su esposa Camilla Parker-Bowles, la princesa Anne, el príncipe William con su familia y la princesa Beatrice.
La reina, la duquesa de Cornualles y la princesa, todas vestidas de verde oliva, el color favorito de Philip.
La monarca, de 95 años, también lucía un broche de escarabajo de oro amarillo, rubíes y diamantes, que fue un regalo personal de su esposo en 1966.
Según las fuentes, se temía que Isabel pudiera faltar al trabajo por problemas de salud, pero finalmente se confirmó su presencia en la mañana del martes 29 de marzo, cuando un portavoz del Palacio de Buckingham dijo: “La Reina tiene la intención de asistir al servicio esta mañana”.
Pero los expertos comentan que esta podría ser la última aparición pública de la monarca, que en abril cumple 96 años.