La ciudad italiana de Génova ha sido este jueves escenario de manifestaciones, en las que estudiantes y grupos de trabajadores de uno de los puertos más grandes del país mostraron su rechazo al conflicto en Ucrania y al comercio de armas que apoya los conflictos militares en todo el mundo.
Las protestas coinciden con el atraque previsto de uno de los barcos de la flota Bahri, que cargan armamento con destino a Arabia Saudita para el conflicto de Yemen, informan medios locales.
Según imágenes difundidas en las redes sociales, los manifestantes marcharon con pancartas y correaron eslóganes de denuncia contra las guerras en todo el mundo.
En un comunicado de la Coordinación Nacional de trabajadores portuarios (USB, por sus siglas en italiano), que convocó la protesta, los sindicalistas manifestaron su rechazo al conflicto en Ucrania y a los cargamentos de armas que pasan por el puerto de Génova con el destino al país. «Ni un centavo, un rifle o un soldado para la guerra. Bloqueamos nuestros puertos al tráfico de armas», expresaron.
Asimismo, señalaron que el conflicto entre Rusia y Ucrania tendrá «graves consecuencias» para los trabajadores, además de «repercusiones devastadoras» para Italia. «Los despidos masivos y las reestructuraciones, que nunca se han detenido, continuarán sin cesar», advierten. «Millones de trabajadores, ya en dificultades tras la crisis de la pandemia, se encontrarán con empresas cerradas y salarios más bajos. Con el aumento del costo de vida y sin un ajuste general de salarios a partir de las tablas mínimas, el poder adquisitivo se reducirá drásticamente«, agregaron.
Asimismo, se manifestaron en contra de las acciones del Gobierno italiano, que calificaron de «útil servidor de la OTAN y de los intereses estadounidenses». «[El Gobierno italiano] intenta arrastrarnos aún más al conflicto mediante el envío de recursos económicos y la adopción de sanciones», puntualizaron los sindicalistas. En este sentido, denuncian que estas políticas solo «alimentan el conflicto», ya que «la economía de guerra y el tráfico de armas que determina son una de las principales causas de los conflictos y su explosión cuando las clases dominantes los alimentan». «No queremos ser cómplices de la guerra moviendo armamento de cualquier tipo y cualquier destino en nuestros puertos», concluyen los sindicalistas.