De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, la entidad presenta una prevalencia del espectro autista de uno por cada 115 nacimientos, por lo que se estima que en los últimos 20 años se han acumulado 13 mil 565 menores con esta condición.
De acuerdo con el Sector Salud, este trastorno se debe a alteraciones en la formación del cerebro, que se forma desde que el bebé está en el útero de su madre.
El INEI refiere que el estado de Chihuahua reporta más de un millón 560 mil nacimientos en dos décadas y la citada proporción (uno de cada 115) en casos de autismo, corresponde a los más de 13 mil menores de 20 años.
Además, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la incidencia de autismo a nivel mundial es de 3 a 6 niños/as de cada mil, existiendo cuatro veces más probabilidades de aparición en los varones que en las mujeres, sin distinción de razas, nivel socioeconómico o área geográfica.
A nivel mundial se calcula que 1 de cada 160 niños tiene un TEA. Esta estimación representa una cifra media, pues la prevalencia observada varía considerablemente entre los distintos estudios.
No obstante, en algunos estudios bien controlados se han registrado cifras notablemente mayores. La prevalencia de TEA en muchos países de ingresos bajos y medios es hasta ahora desconocida.
En México se ha realizado un estudio de prevalencia del autismo con una cifra estimada de que 1 de cada 115 niños estarían en esa condición, estimación que también aplica para las entidades. Se refiere que en México, alrededor de 400 mil tienen autismo.
De acuerdo con el Sector Salud, este trastorno se debe a alteraciones en la formación del cerebro, que se forma desde que el bebé está en el útero de su madre.
Además, los primeros dos años de vida son una etapa en la que se debe vigilar el buen avance neurológico a partir del desarrollo social, emocional, motor (fino y grueso) y del lenguaje.
Salud insta a los padres de familia a estar alerta a los siguientes signos: si después de los tres meses los bebés no fijan la mirada, si no voltean hacia donde hay ruido, o si alrededor de los seis meses no responden a juegos como sonreír a sus padres cuando se acercan o se alejan.
El tratamiento para las personas con TEA depende de la sintomatología, y aunque no se modifica la estructura cerebral con ningún medicamento, pueden darse algunos para disminuir la irritabilidad en niños que se golpean o gritan, por lo que también se requieren terapias conductuales.