Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) anunciaron el viernes que eliminarán gradualmente una orden de salud pública que durante los últimos dos años permitió al Gobierno de Estados Unidos expulsar a más de 1.7 millones de migrantes por la frontera Sur, diciendo que la pandemia se ha aliviado lo suficiente como para reanudar los procedimientos de inmigración normales para solicitantes de asilo.
Ante esta situación funcionarios de Seguridad Nacional (DHS) dijeron que están planificando múltiples escenarios en caso de una gran afluencia, recurriendo a los funcionarios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) para prepararse para hasta 18 mil migrantes por día, casi el triple de los números actuales.
Para ello han establecido un “Centro de Coordinación de la Frontera Suroeste” dirigido por la administradora regional de FEMA, MaryAnn Tierney. Dijeron que están ampliando las instalaciones de detención, organizando el transporte en autobús y aéreo para aliviar el hacinamiento y haciendo planes para proporcionar vacunas contra el coronavirus a los migrantes detenidos.
Alrededor de 400 oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de las fronteras Norte y la División Costera han sido reasignados a la frontera Suroeste para ayudar.
Niveles más bajos
Los CDC citaron niveles más bajos de transmisión comunitaria en los Estados Unidos y a lo largo de la frontera, además de la disponibilidad de medidas de protección como el uso de máscaras y tasas de vacunación más altas entre los agentes de CBP que patrullan los puertos y las fronteras del país y llevan a los migrantes a custodia. Los CDC dijeron que la orden no entraría en vigencia de inmediato y sucedería el 23 de mayo.
“Si bien es probable que la introducción, transmisión y propagación de Covid-19 en los Estados Unidos continúe hasta cierto punto, la propagación transfronteriza de Covid-19 debido a no ciudadanos ya no es el grave peligro para la salud pública que una vez representó, dada la gama de medidas de mitigación ahora disponibles”, dijo la directora de los CDC, Rochelle Walensky, en la orden.
Ella dijo que la orden conocida como Título 42 está terminando gradualmente para darle tiempo a DHS para ampliar las medidas de protección en la frontera, como proporcionar vacunas a los migrantes.
Pide DHS cautela
“Sabemos que los contrabandistas difundirán información errónea para aprovecharse de los migrantes vulnerables”, dijo el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un comunicado. “Permítanme ser claro: aquellos que no puedan establecer una base legal para permanecer en los Estados Unidos serán expulsados.
“Hemos puesto en marcha una estrategia integral de todo el Gobierno para gestionar cualquier aumento potencial en la cantidad de migrantes que se encuentren en nuestra frontera”, dijo Mayorkas. “Estamos aumentando nuestra capacidad para procesar a los recién llegados, evaluar las solicitudes de asilo y expulsar rápidamente a quienes no califican para la protección”.
La rescisión ha provocado emociones encontradas en los Estados Unidos: los defensores de los inmigrantes están celebrando la restauración del procesamiento de asilo en las fronteras, que tanto costó lograr, mientras que los republicanos y algunos demócratas temen que el esperado aumento en los cruces no autorizados, que ya se encuentran en niveles récord, inunde la frontera y distraiga a los oficiales de investigar el tráfico de drogas y otros delitos.
CBP realizó aproximadamente 1 millón de detenciones a lo largo de la frontera Suroeste durante los primeros seis meses del año fiscal 2022, y se espera que supere el récord de 1.73 millones de detenidos el año anterior, según muestran las cifras del Gobierno.
El grupo más grande es de México, pero decenas de miles están llegando de todo el mundo, incluidos Haití, América Central y del Sur y, cada vez más, Rusia y Ucrania. Los registros del DHS publicados esta semana muestran que los migrantes huyen de la violencia, el hambre y la pobreza, condiciones que la pandemia de coronavirus ha empeorado.
Los CDC y el Departamento de Seguridad Nacional han dicho durante meses que es casi seguro que los cruces fronterizos aumentarán una vez que se levante la orden.
Herencia de Trump
Los CDC emitieron inicialmente la orden en marzo de 2020 bajo la administración Trump para expulsar a los migrantes a México o a sus países de origen aparentemente para detener la propagación del virus. Pero el virus ya estaba arrasando Estados Unidos, y los defensores de los inmigrantes y algunos jueces federales dijeron que había poca evidencia de que la política fronteriza afectara la transmisión.
El presidente Biden había criticado las políticas migratorias de Trump y prometió crear un sistema más humano, y ha reducido los arrestos y deportaciones de inmigrantes con profundas raíces en Estados Unidos. Pero su administración mantuvo el Título 42 para expulsar a los recién llegados a medida que aumentaban los cruces fronterizos, y los registros muestran que Biden terminó expulsando a muchos más inmigrantes que Trump.
Biden también se ha enfrentado a una presión cada vez mayor por parte de los demócratas en el Congreso y los tribunales para poner fin al programa. Un tribunal federal de apelaciones dictaminó por unanimidad en marzo que la administración de Biden no podía expulsar a las familias migrantes a países donde podrían enfrentar persecución o tortura, una decisión que indicaba que el Título 42 terminaría pronto. Se espera que esa orden entre en vigencia a fines de abril, dijeron los abogados.
Los funcionarios de los CDC ya cancelaron la orden para menores no acompañados, un grupo que funcionarios de la administración de Biden dijeron el año pasado que no expulsarían, pero han dicho repetidamente que el Título 42 sigue siendo necesario para adultos solteros y familias, los grupos más grandes que intentan ingresar a los Estados Unidos.