El Senado estadounidense se apresta a confirmar en las próximas horas el nombramiento a la Corte Suprema de la jueza Ketanji Brown Jackson, quien sería la primera mujer afroamericana en el alto tribunal y le daría al presidente Joe Biden un respaldo bipartidista para su histórica elección.
Tres senadores republicanos han dicho que apoyarán a Jackson, quien reemplazaría al juez Stephen Breyer tras su retiro a mediados de año. Aunque la votación distará de los respaldos bipartidistas de décadas pasadas, será un logro importante para Biden en un Senado dividido 50-50 después que algunos senadores republicanos buscaron agresivamente retratar a Jackson como alguien excesivamente liberal e indulgente con los criminales.
“Será un día jubiloso”, dijo el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, al anunciar la votación el miércoles por la noche. “Jubiloso para el Senado, jubiloso para la Corte Suprema, jubiloso para Estados Unidos”.
Jackson, una jueza de corte de apelaciones de 51 años, sería apenas la tercera integrante afroamericana del tribunal después de Thurgood Marshall y Clarence Thomas, y la sexta mujer. Se sumaría a otras dos mujeres, Sonia Sotomayor y Elena Kagan, en el ala liberal de una corte en que los conservadores superan a los liberales por 6-3. Y junto con Amy Coney Barrett en la otra ala, cuatro de los nueve integrantes serían mujeres, algo inédito en la historia.
Después de una audiencia agresiva en la que los republicanos de la Comisión Judicial del Senado interrogaron a Jackson sobre su trayectoria, tres senadores de ese partido dijeron que la apoyarían. Susan Collins, de Maine; Lisa Murkowski, de Alaska, y Mitt Romney, de Utah, dijeron en esencia lo mismo: que si bien no siempre estaban de acuerdo con Jackson, la consideraban altamente calificada para el puesto.
Collins y Murkowski deploraron el proceso partidista de confirmación, que la primera consideró “quebrado” y la segunda calificó de “corrosivo” y “año a año, cada vez más apartado de la realidad”.