Con el fin de obtener mejores condiciones de vida para los niños migrantes no acompañados que permanecen detenidos en la base militar de Fort Bliss, de nueva cuenta surge un llamado al Congreso y a las agencias federales para pedir que se investigue y evalúe la operación en el Sitio de Admisión de Emergencia (EIS).
Esta nueva denuncia sigue a la petición hecha el verano pasado ya que, hasta la fecha, se han presentado públicamente tres revelaciones respaldadas por el Proyecto de Responsabilidad Gubernamental que denuncian una “mala gestión, caos, y condiciones negligentes perjudiciales para la salud y la seguridad de los niños en Fort Bliss EIS”, y otros sitios administrados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) a través de su Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR).
La nueva carta proporciona un resumen de dichas preocupaciones, detalles sobre las tendencias que muestran el probable aumento sustancial de niños bajo la custodia del HHS e incluye una revelación adicional de Kaitlin Hess, una funcionaria federal de carrera.
La Sra. Hess fue voluntaria en Fort Bliss desde mayo hasta junio del año pasado y sus deberes laborales en Fort Bliss incluían “apoyo en la gestión de casos, como visitar las carpas de los dormitorios, transportar a los niños de las carpas a sus administradores de casos, e imprimir listas de niños con quienes los administradores de casos solicitaron reunirse”.
Mientras estuvo en Fort Bliss, Hess dijo que con frecuencia veía niños llorando, angustiados y algunos que estaban “perdidos” en el sistema.
Hess proporcionó un ejemplo en el que dos hermanos fueron separados. A uno lo subieron a un autobús que partía mientras que el otro permaneció en el albergue. Los dos, sin embargo, finalmente se reunieron.
En otro caso, “la Sra. Hess observó a un oficial federal en el equipo de descarga que estaba en pánico total porque aproximadamente 100 niños esperaban innecesariamente durante al menos 12 horas en la carpa de descarga”.
Según la carta, un niño se orinó mientras esperaba. “En última instancia, muy pocos niños, si es que hubo alguno, fueron dados de alta ese día, y todos fueron enviados de regreso a las tiendas”. Hess también afirmó que los niños experimentaron condiciones de vida inseguras e insalubres mientras estaban en Fort Bliss.
“Había una falta general de ropa, duchas e higiene en el EIS. Eso condujo a muchos brotes de una variedad de enfermedades que incluyen Covid-19, faringitis estreptocócica, sarna, piojos, influenza y varicela.
Por ejemplo, 150 niños en la Carpa 8 se infectaron con Covid-19 en mayo, poco después de la llegada de la Sra. Hess. Ella se encontró con un niño que lloraba porque no se había duchado en días”, dice la carta.
La carta del Government Accountability Project señala que el HHS no ha proporcionado ninguna respuesta que indique una mejora significativa de las condiciones en las EIS. “No nos queda claro si el HHS y la ORR han aprendido mucho o algo de las debacles del año pasado. Le instamos a que investigue más a fondo y evalúe si ha habido un progreso significativo. El bienestar de miles de niños sigue en juego”, dice la carta.
La abogada principal del Proyecto de Responsabilidad Gubernamental, Dana Gold, señaló: “El año pasado, los niños se perdieron en sistemas de gestión de casos defectuosos, los contratistas que no tenían experiencia trabajando con niños administraron la operación y los niños fueron ‘almacenados’ durante meses en tiendas de campaña gigantes sin satisfacer sus necesidades básicas. Es imperativo saber que los niños bajo el cuidado del Gobierno este año estarán protegidos en lugar de estar sujetos a negligencia y daño como lo revelaron nuestros clientes el año pasado”.
“Las divulgaciones de nuestros clientes detallan muchas condiciones adversas sufridas por miles de niños detenidos en Fort Bliss y otros EIS en 2021”.
Los denunciantes, todos empleados federales de carrera, que estaban destacados en el Fort Bliss EIS entre abril y julio de 2021, compartieron informes inquietantes de lo que observaron durante su servicio, algunos de los cuales incluyeron: • Niños detenidos durante semanas sin necesidades básicas como ropa interior limpia o ropa de cama y sin reuniones de manejo de casos para facilitar su liberación de la custodia del HHS; • Contratistas sin experiencia o pericia en el cuidado de niños que regularmente amenazan a los niños con deportación; • Personal de salud mental insuficiente y, con raras excepciones, totalmente no calificado, incapaz de atender a niños con necesidades demostrables de salud mental; • Un entorno inseguro para los niños, incluidos niveles de ruido dañinos, iluminación las 24 horas en áreas para dormir y arreglos para dormir que impedían la supervisión; • Una cultura del secreto que carece de cualquier método para abordar numerosas preocupaciones en las que el acoso, los disturbios y el acoso sexual de los niños no se abordaron.
Por su parte una declaración del HHS enviada a El Diario de El Paso asegura que el sistema para el cuidado de los menores es continuamente “mejorado y agilizado”. “Es nuestra responsabilidad legal cuidar a los niños no acompañados mientras están bajo nuestro cuidado. Actuamos con rapidez para abordar cualquier inquietud y hemos cerrado proactivamente los sitios que no cumplían con nuestros estándares”.
Agregaron que “nuestra política sigue siendo informar rápidamente cualquier presunto caso de mala conducta a las autoridades correspondientes”.
Asimismo dijeron que actualmente, los niños pasan, en promedio, sólo 14 días bajo cuidado en el sitio de admisión de emergencia en Fort Bliss y se reúnen con un administrador de casos semanalmente.
“Contamos con más de 80 consejeros de comportamiento y salud mental en el sitio que trabajan con los niños. Hemos aumentado los servicios de administración de casos para unir a los niños de manera segura y rápida con la familia, mientras continuamos mejorando y agilizando este proceso”, señala la declaración.