El miércoles se declaró nulo el juicio de Fernando Alonzo Alarcón quien fue arrestado por presuntamente matar y decapitar a su madre, Graciela Acosta Licón, en su apartamento en el Oeste de El Paso en 2017, según un portavoz de la Oficina del Fiscal de Distrito de El Paso.
De acuerdo con autoridades, se declaró un juicio nulo porque el jurado no pudo llegar a un veredicto.
“En este caso en particular, hubo 11 a 1 culpables. Hubo un miembro del jurado que no quiso considerar deliberar más y dejó de comunicarse con el resto de los miembros del jurado. Por lo tanto, se debe declarar el juicio nulo”, dijo la Fiscalía de Distrito que encabeza Yvonne Rosales.
De acuerdo con las autoridades, Acosta Licón fue encontrada muerta y decapitada el 20 de abril de 2017 en su apartamento en la cuadra 5600 de la calle Suncrest después de que la Policía hizo un control de bienestar solicitado por la familia, que dijo que no había podido comunicarse con ella por varios días.
Fue una amiga de Acosta Licón, Romelia Hernández, quien fue a buscarla cuando no había tenido noticias de ella en varios días.
La amiga le dijo a los investigadores que Alarcón se negó a dejarla entrar al apartamento de Acosta y que ella notó un mal olor que salía del interior.
En la Corte, los fiscales estatales han llamado a declarar a siete testigos, incluida la hermana de Acosta Licón, la sobrina, un vecino, el supervisor de mantenimiento del complejo de apartamentos y algunos policías de la investigación inicial.
Durante las declaraciones, los abogados defensores le dijeron al jurado que el acusado sufría de problemas mentales.
Durante el juicio, la hermana de Alarcón dijo que vio a Alarcón usar palabras de odio hacia su madre.
Ella dijo que su relación pasó de “buena a extremadamente mala” y la describió como “violenta”. Dijo que le preocupaba que su madre viviera con Alarcón.
“Vi cómo mi hermano puede pasar de ser mi hermano amoroso a una persona que no reconocí”, dijo.
Durante los argumentos finales, la defensa dijo que Alarcón no era culpable de asesinato, sino de abuso de un cadáver.
Los abogados defensores argumentaron que Alarcón comenzó a mostrar síntomas de esquizofrenia alrededor de los 12 o 13 años de edad. También argumentaron que era paranoico, experimentaba delirios y era un chivo expiatorio fácil.
En 2017, Hernández le dijo a la Policía que Alarcón abusaba verbalmente y físicamente de su madre. Ambos vivían en el mismo apartamento en el complejo habitacional Suncrest Apartments en el lado Oeste de El Paso.
En una audiencia anterior, uno de los policías llamados a testificar era un investigador de la escena del crimen en 2017 que grabó en video la escena para la investigación.
Esa grabación fue reproducida para la Corte el miércoles, donde se mostró todo el apartamento y su estado; incluido el cuerpo de la víctima con una manta que la cubría de la cintura hacia arriba.
Fragmentos de vidrio también parecían estar en el piso, así como varias botellas de medicamentos en todo el apartamento y lo que parecía ser una huella de mano ensangrentada en la pared junto al cuerpo.
El video también mostró un cuchillo en el lavabo del baño del nivel inferior.
Pedroza también testificó que sentía que el acusado tenía una relación “agresiva” con su madre.
En 2017, el médico forense del Condado de El Paso dictaminó que la muerte de Acosta Licón era un homicidio por medios no especificados y finalmente dictaminó que no podía determinar si había sido asesinada antes o después de que su hijo, Fernando, supuestamente la decapitara en su apartamento.