Sin tiempo para abrir un nuevo proceso de primarias, el nuevo candidato a la Casa Blanca debería ser elegido durante la Convención Nacional Demócrata que tendrá lugar en Chicago del 19 al 22 de agosto por los cerca de 3 mil 800 delegados que quedarían libres tras la retirada de Biden.
A estas alturas del partido, pocos se plantean un nombre distinto al de la vicepresidenta de EU, Kamala Harris, para intentar ganar las elecciones de noviembre a Donald Trump.
La exsenadora y exfiscal general de California es posiblemente la persona más preparada para tomar sobre la campana las riendas de una campaña que ahora mismo descarrila.
Kamala Harris es conocida, los sondeos le son más favorables que a Biden, aunque también por detrás de Trump, y es la única que puede usar los 91 millones (a fecha 31 de mayo) que la campaña del ahora presidente tiene en el banco.
Además, al ser la actual vicepresidenta, también es la única que puede aglutinar rápidamente un amplio apoyo dentro del partido para evitar una imagen de desunión en la convención de Chicago.
Si no es postulada Kamala Harris, ¿quién sustituiría a Joe Biden?
El Partido Demócrata tiene ahora mismo una camada de gobernadores que vislumbraba las elecciones a la Casa Blanca de 2028 para tratar de dar el salto.
Se trata por ejemplo de la gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer, o del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro.
Ambos tienen elevados índices de popularidad y además pertenecen a estados clave del ‘muro azul’, indispensables para los demócratas para ganar la Casa Blanca.
El gobernador de California, Gavin Newsom, también ha sonado como presidenciable para un futuro.
Dentro del Gabinete de Biden, su secretario de Transporte, Pete Buttigieg, ya lo intentó en las primarias de 2020 y sigue con aspiraciones presidenciales.
Un hombre blanco a vicepresidente de EU
Si Harris llega a ser elegida candidata a la Casa Blanca, también se abriría el proceso para escoger a su compañero de fórmula, que posiblemente sería un hombre blanco como balance de una candidata mujer y afroamericana.
El propio Shapiro, con el que Harris coincidió este fin de semana, sería una buena opción por su popularidad y su origen, ya que es el gobernador del estado clave de Pensilvania.
Para más opciones, el Partido Demócrata tendría que buscar de nuevo en su caladero de gobernadores para encontrar al compañero de fórmula de Harris, con dos especialmente bien situados.
Se trata de los gobernadores demócratas de Carolina del Norte, Roy Cooper, y Kentucky, Andy Beshear, dos estados que votan republicano en las elecciones presidenciales por lo que su perfil podría atraer a votantes moderados.
Shapiro, Cooper o Beshear también aportarían al tiquete demócrata un balance territorial con la candidata, Harris, perteneciendo a California, un estado visto por parte del país como de élites progresistas costeras.