Alice Cowdrey paseaba con su perra en la playa Tapuae, al sur de la ciudad de Nueva Plymouth, cuando el animal se puso a husmear algo en la arena y se acercó a ver qué era.
«Pude ver que definitivamente tenía la forma de un torso, boca abajo, y pude notar que era la figura de una mujer. Pude ver que tenía uñas y que los dedos de los pies eran muy realistas, por lo que realmente parecía una figura humana», contó.
Al darse cuenta de que el ‘cuerpo’ no tenía cabeza, Cowdrey se asustó y llamó a la Policía. Al llegar, un agente dio vuelta la figura y «se notaba que era una muñeca sexual», señaló la mujer.
Aparte del alivio, Cowdrey se sintió incómoda por haber llamado a la Policía por una muñeca sexual, pero le aseguraron que había hecho lo correcto.
Además, tras una pesquisa en línea, supo que una muñeca de ese tipo valía miles de dólares y supuso que podría haber sido robada. «Nadie la iba a tirar en la playa y dejarla allí», afirmó.