En Ecuador, los padres de una menor de 15 años denunciaron que su hija fue drogada y violada la semana pasada en un transporte escolar que la trasladaba hasta su colegio en Quito y acusaron del abuso al conductor de la unidad.
La noticia fue difundida en el programa Crónicas 3.0, conducido por el periodista Jonnathan Carrera, en el canal RTU. Ahí, la madre de la menor, cuya identidad fue protegida, cuenta que el hecho ocurrió el pasado jueves 21.
La adolescente salió a las 11:40 de su casa, ubicada en el sector Llano Grande, al norte de Quito, para tomar el transporte que la llevaría hasta su lugar de estudios, el colegio fiscal Luis Napoleón Dillon.
«Este tipo ya la estaba esperando al frente de la calle», explica la mamá de la menor, quien asegura que cuando su hija toma el transporte, el chofer le dice que «se pase para el asiento de atrás, que quiere hablar con ella».
Según detalla la mujer, el conductor arrancó el vehículo y la llevó a una zona desolada. Ahí la obligó a tomar un líquido que él mismo habría mezclado para drogarla; tras ello, la adolescente se sintió mareada.
La madre añade que su hija le contó: «Ya comenzó a estarme queriendo besar, a estarme topando (sic), yo le decía déjeme, déjeme, quería yo soltarme», pero ya no podía.
Todo esto habría ocurrido antes de recoger al resto de estudiantes que ese transporte llevaría hasta el colegio.
En declaraciones a Teleamazonas, el padre de la menor relató que luego de lo ocurrido, los otros compañeros notaron que algo le pasaba a la joven y decidieron grabar un audio, donde ella confiesa que la habían violado. Un grupo de compañeros la acompañó al departamento de Consejería Estudiantil a denunciar el acto.
Los padres indicaron que su hija estuvo en la institución desde el mediodía hasta pasadas las 14:00 horas del jueves, cuando llegaron a recogerla. Señalan que la unidad educativa no tomó ninguna acción al respecto y habrían insinuado que la menor estaba «en estado etílico».
«Cuando yo pedí información del agresor no me la quisieron dar», dijo la madre, refiriéndose a las autoridades del colegio.
Marcha en Quito
El lunes en la tarde, cuando ya la noticia circulaba en los medios locales, el Ministerio de Educación emitió un comunicado en el que informó que la institución educativa, al conocer el caso, activó los «protocolos y rutas de actuación frente a situaciones de violencia detectadas o cometidas en el sistema educativo» vigentes.
Sin embargo, desde esta cartera de Estado señalaron que «se analizará si las autoridades de la institución educativa cumplieron debidamente con todos los protocolos establecidos».
Este martes, estudiantes del colegio Luis Napoleón Dillon, acompañados de algunos padres y profesores, realizaron una marcha en Quito para exigir justicia.
Al grito de «Queremos justicia» y con globos y pancartas, los manifestantes recorrieron varias calles de la capital ecuatoriana, desde los exteriores de su colegio hasta la sede del Ministerio de Educación.
Denuncias ante Fiscalía
Diana Castellanos, subsecretaria de Innovación Educativa para el Buen Vivir, informó que ya se presentaron dos denuncias por la presunta violación. La primera fue hecha por los familiares de la menor el mismo jueves y un día después fue presentada otra por la máxima autoridad de la institución educativa.
La Fiscalía General del Estado (FGE) anunció la mañana de este martes que ya inició la investigación al respecto. «El Fiscal a cargo dispuso las respectivas diligencias y se ordenaron medidas de protección para la víctima y su familia«.
Asimismo, señaló que el Equipo de Género de la FGE «acompaña a la víctima y a su familia desde el momento en que se conoció el hecho».
Al momento, las autoridades desconocen el paradero del presunto agresor. Roberto Acosta, coordinador jurídico del Ministerio de Educación, aclaró que el hombre prestaba servicios de transporte para una empresa particular y no tiene una vinculación directa con la cartera de Estado.
Desde la Federación Nacional de Transporte Escolar e Institucional del Ecuador (Fenatei) reprocharon este acto.
«La Federación ya ha tomado contacto con las diferentes autoridades y llamamos a la Fiscalía, que haga una investigación profunda; y aquí también, un llamado a la compañía Shyris Trans, que tiene el contrato en este establecimiento educativo, el colegio Dillon, para que dé todas las facilidades y se determine responsabilidades», dijo Oswaldo Guamán, presidente de la organización, en entrevista con Tiempo Real.