En total, durante las hostilidades en la línea de operaciones de Kursk, el enemigo perdió, además de las bajas de efectivos, 124 tanques, 57 vehículos de combate de infantería, 95 blindados de transporte, y 786 de combate», comunicó el ente castrense este sábado en su canal de Telegram.
Las tropas rusas destruyeron 478 automóviles, 121 piezas de artillería, 29 sistemas de lanzacohetes múltiples, incluidos ocho Himars y seis MLRS, ocho lanzamisiles antiaéreos, cinco vehículos de transporte de carga, 30 estaciones de guerra electrónica, siete radares de contrabatería, dos radares de defensa antiaérea y 16 piezas de equipos ingenieros, entre otros.
En las últimas 24 horas, los militares rusos eliminaron a más de 300 combatientes ucranianos, nueve vehículos blindados, incluidos un vehículo de combate de infantería, dos transportes blindados de personal y seis vehículos blindados de combate.
Igualmente destruyeron seis piezas de artillería, una lanzadora y un vehículo de transporte de carga del sistema Himars, una estación de guerra electrónica, un vehículo de ingenieros para retiro y pase de obstáculos, un vehículo blindado de reparación y recuperación y siete automóviles.
La operación para destruir las formaciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania continúa, señaló el ente.
El pasado 6 de agosto las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la provincia de Kursk y ocuparon varias áreas, lo que provocó el desplazamiento de más de 100 mil civiles. Desde el 9 de agosto, la región vive una situación de emergencia de nivel federal.
El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.