«Nuestro presidente ha instruido a la Cancillería de la República a acatar esa solicitud y a proceder a la ruptura de las relaciones diplomáticas con el gobierno fascista y genocida de Israel», informó la vicepresidenta, Rosario Murillo, en un comunicado.
El gobierno nicaragüense motivó su decisión en la resolución de la Asamblea Nacional que condena «el continuo genocidio, la crueldad, el odio extremo y el exterminio que ejecuta el gobierno de Israel».
«En solidaridad permanente con el pueblo y gobierno de Palestina, con los pueblos que sufren el martirio, la destrucción y la barbarie y en estricto apego al Derecho Internacional y a las convenciones que rigen las relaciones civilizadas entre Estados y gobiernos del mundo, el gobierno de la República de Nicaragua rompe toda relación diplomática con el Gobierno fascista de Israel», justificó el Ejecutivo liderado por Ortega.