La exigencia de los mil 800 trabajadores del campo fue el aumento del precio de pizca de fresa de 22 pesos por caja a 30 pesos, toda vez que el patrón aprueba un incremento anual de 1 peso por caja.
La protesta se concentró en dos puntos carreteros: la colonia Militar, a la altura del rancho Castro y a la entrada de El Milagro, así como en las oficinas de la empresa que siembra 319 hectáreas de frambuesa, fresa y arándanos para el mercado de exportación.
Durante el segundo día de paro laboral, los jornaleros dijeron estar «cansados de tanta injusticia y de estar amenazados con los reportes y las represalias que toman en contra de la gente que solo exige sus derechos.