Uno de los usuarios de un grupo de Facebook dedicado al estado de New Hampshire (EE. UU.) compartió el pasado 7 de febrero una publicación en la que relata cómo encontraron centenares de dientes en una tienda que se construyó en la década de 1960 mientras la reparaban recientemente.
Mientras uno de los trabajadores desmantelaba la vitrina y el techo, de repente, cinco dientes humanos le cayeron encima.
Alarmado, el hombre los recogió y se los mostró a su empleador y a las demás personas que estaban presentes. Luego, cuando continuó con su trabajo y quitó un poco más de techo, una lluvia de centenares de dientes se precipitó sobre él.
Aparentemente, en la década de 1950 había un consultorio de un dentista en el segundo piso de lo que ahora era la tienda, y los dientes de varios de los clientes habrían caído por un hueco en el suelo cuando barrían después de las sesiones odontológicas.
Byron Carr, el autor de la publicación, señaló que uno de esos dientes podría haber sido suyo, ya que durante su niñez había visitado el consultorio. En ese entonces, el dentista —que según sus recuerdos parecía el hermano gemelo del director de cine Alfred Hitchcock— le sacó una de sus piezas dentales.