LORENZO CÓRDOVA EXHIBIÓ QUE AMLO ATACÓ AL INE EN 300 “MAÑANERAS” DESDE QUE INICIÓ SU GOBIERNO

Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), aseguró que la independencia y la autonomía de los órganos electorales es indispensable como garantía del ejercicio de los derechos políticos, mecanismos de control del poder y entes de combate a la corrupción.

En el marco del ‘Foro regional para América de la Cumbre de la Democracia Electoral‘, el funcionario electoral expuso los ataques que ha sufrido el INE por parte del partido en el poder.

El Presidente del partido en el gobierno en México, hablando de la necesidad de exterminar al INE, o bien, el propio Presidente de la República señalando que consejeros del INE y magistrados del Tribunal conspiramos contra la democracia”, comentó.

Resaltó que de casi 900 conferencias matutinas, Andrés Manuel López Obrador se ha referido al Instituto Nacional Electoral en unas 300 y el 63 por ciento de las menciones han sido negativas.

Córdova Vianello detalló que hay tres grandes ejes sobre los que se puede impulsar la defensa de los organismos encargados de las elecciones.

“El primero es la necesidad de reinventar las capacidades de comunicación de los órganos electorales. El ecosistema comunicativo ha cambiado y hoy los órganos electorales ya no solamente tenemos que hacer elecciones con altos estándares técnicos, sino que tenemos que ser capaces de desplegar poderosas estrategias de comunicación, asertivas, oportunas y puntuales”, para de esta manera para contrarrestar la narrativa de descalificación de estos órganos, manifestó.

En segundo lugar, expuso la necesidad de “empujar la deliberación pública, más allá de los mecanismos de democracia directa y las tentaciones plebiscitarias”.

Por último, señaló la necesidad de impulsar todos los esfuerzos para promover una “ciudadanía digital en clave democrática”, en el ecosistema informativo en donde las redes sociales digitales tienen un nivel privilegiado.

El consejero presidente del INE sostuvo que el “descontento o la desafección social de la democracia” no se deriva de la dimensión electoral, sino de una serie de problemas de los gobiernos electos democráticamente.

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