Uno de los deportes más difíciles que existen en la actualidad, es el Waterpolo, ya que requiere una buena condición física y mental, así como una gran coordinación. Sobre todo teniendo en cuanta las limitaciones del medio acuático, sin olvidar que el balón debe controlarse limpiamente sin sumergirlo para lograr llegar a la portería y marcar gol.
Este deporte requiere jugadores que dominen la respiración, la propulsión y el equilibrio: El objetivo del juego, es el de marcar el mayor número de goles en la portería del equipo contrario durante el tiempo que dura el partido; los equipos cuentan en el agua con 6 jugadores de campo y 1 portero, y con un máximo de 6 jugadores suplentes en la banca. Se diferencian por el color del gorro.
Existen faltas, expulsiones temporales y expulsiones definitivas. Un partido se divide en cuatro periodos de ocho minutos de juego efectivo, y un total de 32 minutos del partido completo.
El juego se realiza en una piscina, donde se enfrentan dos equipos. Los equipos tienen seis jugadores y un portero. El encuentro tiene cuatro tiempos de ocho minutos reales cada uno, con descansos de dos minutos. Cada equipo puede pedir tres tiempos muertos en cada partido, y el tercer tiempo muerto sólo se pide en las prórrogas.
Cada equipo se coloca en su línea de meta, el balón cae en el centro de la piscina, donde los waterpolistas nadan para buscarlo; el equipo que posee el balón solo tiene 30 segundos para llegar a la portería contraria. Cuando un jugador mantiene el balón durante más tiempo, el árbitro pita una falta ordinaria, esta se penaliza concediendo un tiro libre al otro equipo, que debe sacar desde donde se cometió la falta.
El waterpolo fue inventado por William Wilson en el año 1877, y creó también las reglas a lo que él llamó en ese momento fútbol acuático. En ese mismo año, los equipos de Inglaterra y Escocia se enfrentaron por primera vez, pero curiosamente se regían bajo diferentes reglas, por lo que la «London Swimming Association» no reconoció como oficial a este deporte sino hasta 1885, año en el que se unificaron los reglamentos existentes.