El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández comparece este miércoles en la primera audiencia de información en el proceso que se le sigue para su posible extradición a EE.UU., donde lo acusan de cargos de narcotráfico.
En medio de un denso operativo de seguridad, el exmandatario fue escoltado hasta las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia. Debido a la importante aglomeración de vehículos blindados, caravanas y el despliegue de helicópteros de la policía, Hernández tuvo que ingresar por la parte trasera del edificio, reseñó la prensa local.
Se prevé que en esa primera audiencia, el político conozca los cargos que la justicia norteamericana le imputa y por los que solicita su extradición a EE.UU. La prensa especula que será un proceso expedito, a la espera de que se fije fecha para otra comparecencia.
El juez a cargo de la causa, Edwin Ortez, será quien determine si después de la audiencia Hernández deberá regresar a las instalaciones de la Dirección Nacional de las Fuerzas Especiales, donde fue detenido desde el martes, o tendrá que ser recluido en otro recinto para su prisión preventiva.
El procedimiento ocurrió a la par de las manifestaciones protagonizadas por el partido oficialista Libre, que defiende su extradición a territorio estadounidense, y las encabezadas por algunos simpatizantes del Partido Nacional de Honduras, al que pertenece Hernández. Este segundo grupo exigió que el proceso judicial respete los derechos del mandatario.
De acuerdo a reportes de medios de ese país, la tensión entre ambos grupos se caldeó pasadas las 10:00 de la mañana (hora local), ya que intercambiaron golpes, señalamientos, lanzamientos de piedras y empujones. La policía hizo amagos de contenerlos pero ante la insistencia de las agresiones, las autoridades optaron por redoblar los anillos de seguridad alrededor de la Corte en la que comparece Hernández.
Los cargos
«Se busca a Hernández para ser juzgado en los EE.UU. por delitos de narcotráfico y armas de fuego«, dice el documento envió la Embajada de Washington en Tegucigalpa a la Cancillería hondureña para pedir la extradición del exmandatario.
En el texto señalan tres delitos en particular: conspiración para importar una sustancia controlada a los EE.UU. desde un lugar fuera del mismo, que incluye la fabricación, posesión y distribución de la droga; uso y porte de armas de fuego o ayudar e instigar a su uso, como ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo para el tráfico de los narcóticos; y otro también relacionado con el porte de armamento.
En marzo del año pasado, su hermano, el exdiputado Juan Antonio Hernández, fue condenado a cadena perpetua en EE.UU. justamente por delitos de narcotráfico.
El pasado 7 de febrero, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, informó que Hernández había sido incluido en el listado estadounidense de personas señaladas de corrupción o de socavar la democracia en El Salvador, Guatemala y Honduras.