Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, aseguró que no se va a confrontar con ninguna Iglesia, a las cuales les dejó en claro una cosa: “amor y paz”.
En la conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador respondió sobre las exigencias en las últimas semanas de la Iglesia católica sobre revisar la estrategia de seguridad de su Gobierno tras los asesinatos de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, de las cuales apuntó que hay “mano negra” de los conservadores.
“Los adversarios nuestros, como no han podido imponerse, ahora están queriendo que nosotros entremos a una polémica con las Iglesias, no, hablando de lo mismo: amor y paz”, dijo.
“Nos identificamos muy bien con el papa Francisco y también tenemos muy buenas relaciones con pastores, con ministros de otras Iglesias, pero ya estoy viendo la mano negra de los conservadores que quieren ahora echarnos encima a las Iglesias, no, que nadie se confunda”, subrayó.
“No podemos confrontarnos con ninguna Iglesia, y que los del PAN y del PRI y de otros partidos y los que están molestos con el negocio del Aeropuerto y no se les hizo, los que ahora tienen que pagar impuestos y antes no pagaban, los que se sienten ofendidos porque actúan como fifís, que no lo son”, expuso.
“Tienen que tener avión propio, yate, vivir en Las Lomas, en Santa Fe, pero en la Toscana, en el Pedregal, nada de que si vives en la Del Valle ya eres fifí, no, no, no, o sea, hay niveles”, agregó.
El mandatario federal afirmó que el Gobierno de la Cuarta Transformación tiene una “muy buena relación con todas las Iglesias”, y ve una estrategia de los conservadores detrás de los señalamientos de la Iglesia católica mexicana.
“Esto lo estoy viendo ahora porque los estrategas del conservadurismo están pendientes y viendo por dónde, porque no le salen las cosas. Hacemos un Aeropuerto, ‘es una central camionera’, ‘nadie lo usa’, como si no se necesitara un proceso y no llevara tiempo como cualquier obra”, dijo.