Los 14 elementos del Ejército y uno más que perdió la vida durante el operativo del sábado pasado, en Altar, Sonora, ya son evaluados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para determinar el tipo de recompensa que recibirán para premiar su heroísmo.
Para ello, la Secretaría de la Defensa conformó una comisión de técnicos especialistas en ciencia militar que valorará y analizará sus acciones en la operación así como sus antecedentes, que a su vez se encargará de analizar las pruebas necesarias, como actas, testimonios, y fotografías, correspondientes a la operación que culminó en la detención de Francisco Torres Carranza ‘El Duranguillo’, junto con otros tres hombres más, integrantes del grupo ‘Gente Nueva Cazadores’, brazo armado del ‘Cártel de Sinaloa’.
En la operación, que pudo constatarse en diversos videos difundidos en Internet, se aprecia cómo la fuerza de reacción militar, se enfrentó a un grupo de 60 delincuentes, y de acuerdo con los reportes oficiales, habrían intentado ser sobornados hasta con 10 millones de pesos, acciones incluso celebradas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El procedimiento establecido en el Reglamento de la Ley De Ascensos y Recompensas Del Ejército y Fuerza Aérea, detalla que los Comandantes de Unidad o los Jefes de Dependencia, deberán entregar un informe en los que se detalle las evidencias para comprobar los actos, que a su vez deben ser propuestos al Estado Mayor, y finalmente calificados por el Presidente de la República, por lo que los uniformados, podrían calificar para recibir la Condecoración de Valor Heroico, al Mérito Militar, de Servicios Distinguidos, o al Mérito en la Campaña Contra el Narcotráfico.
La Condecoración al Valor Heroico premia a los militares que ejecuten actos de heroísmo excepcional con riesgo de su vida; la Condecoración al Mérito Militar refiere a los actos de relevancia que realicen en beneficio de las Fuerzas Armadas del País; la de Servicios Distinguidos califica la entrega y lealtad a la institución.
En cuanto al Mérito en la Campaña Contra el Narcotráfico, está en Primera Clase, que distingue a los militares postmortem que pierdan la vida en cumplimiento de su deber; a los que, como consecuencia de heridas, sufran la pérdida anatómica o funcional de algún órgano o miembro de su cuerpo, quedando inutilizados por este efecto para el servicio activo; o a los que resulten heridos en enfrentamientos y que por esta causa su vida se ponga en alto riesgo.
Y de Segunda Clase, a quienes sobresalgan por su honestidad, al rechazar el soborno en dinero, valores y objetos materiales; se conduzcan con rectitud; y a los que cuyas acciones hayan sido factor determinante para el aseguramiento de drogas o narcotraficantes.