‘En un libro uno puede ser más detallista y contar la historia con tiempo’, dijo la cantante e hija mayor de Jenni Rivera
Ciudad de México.– Chiquis Rivera expuso buena parte de su vida en los reality shows “Chiquis & Raq-C”, “I Love Jenni”, “Chiquis ’n Control” y “The Riveras”. Sin embargo, quienes creen que conocen todo sobre la cantante e hija mayor de Jenni Rivera podrían sorprenderse con su nuevo libro, “Invencible”.
“En un libro uno puede ser más detallista y contar la historia con tiempo», dijo Rivera en una entrevista reciente por videollamada desde Nueva York, calificando el proceso como terapéutico. «En televisión, en los realities, hay poco tiempo y hay mucho que decir, así que yo prefiero los libros”
En “Invencible”, publicado el 8 de febrero por Atria Books, la intérprete de música regional mexicana comparte que el dolor, como el que ha experimentado en diferentes momentos de su vida, puede servir para crecer. De manera muy honesta, relata el desconsuelo y la forma en la que tuvo que salir adelante con sus hermanos menores, Jacqueline, Michael, Jenicka y Johnny, tras la repentina muerte de su madre en un accidente aéreo en diciembre de 2012.
“Creo que cada situación, cada experiencia, es una oportunidad para cambiar, para mejorar”, dijo Rivera. “No me arrepiento de nada. Al contrario, todas esas situaciones me han ayudado a crecer, a madurar, a ser la mujer que soy el día de hoy”.
Al leer su historia queda la sensación de que está llena de experiencia a pesar de que sólo tiene 36 años. La artista, cuyo verdadero nombre es Janney Marín Rivera, creció trabajando para hacer florecer la carrera de su madre, después se descubrió como empresaria y luego incursionó ella misma en la música.
“Me siento como que he vivido muchas vidas”, dijo. “La vida es cambiar y aprender. Hablo mucho de eso, y entre eso hablo de mi carrera musical, lo tanto que me costó, lo que aprendí”.
Otro de los temas que aborda en el libro son las complicaciones de crecer con una madre famosa y desmiente la idea de que su camino sea fácil por tener ese antecedente. De hecho, no es un secreto que ambas estaban distanciadas al momento de la muerte de su progenitora.
“Al ser una hija de una persona tan famosa es como que estamos compartiendo a nuestros padres con el público, eso puede ser difícil y cuando uno quiere empezar su propia carrera, como yo lo hice, te comparan”, señaló. “No te dan la oportunidad de decir ‘va empezando, déjala que vaya puliendo’. Fue muy difícil, siento que siempre estaba como contra la corriente. Lo bueno es que nunca me di por vencida”.
Rivera, quien está trabajando en su cuarto álbum, que será lanzado en abril, comparte en “Invencible” los sacrificios para conseguir un Grammy, una meta que se fijó desde que comenzó en la música y que alcanzó con “Playlist”, galardonado en 2020 con el Latin Grammy al mejor álbum de música banda.
Al ser un libro tan personal, tampoco podía quedar fuera el amor y las relaciones de pareja. Tras su intensa relación con el ejecutivo musical Ángel del Villar, cuenta a detalle su noviazgo y breve matrimonio con el músico Lorenzo Méndez.
“Hablo mucho de eso, hablo de mi vida personal, de mis relaciones, porque es necesario, eso también me ha afectado mucho”, dijo Rivera, quien calificó el proceso de escritura como terapéutico. “Fueron cosas medio públicas y yo quería aclarar ciertas cosas y decir la realidad… Quedándose callada nos volvemos una víctima más y eso no está bien”.
A pesar de las rupturas, Rivera dice que todavía cree en el amor, especialmente el amor propio.
“Es muy importante. Yo pensaba antes de casarme que yo me amaba y todo y sí, pero pasó algo que me tumbó… (y) me volví a levantar y dije, ‘yo me tengo que amar y me tengo que poner primero’”.
Rivera se dijo amante de la lectura, al grado de que cuando ve una película adaptada lee el libro antes para compararlos.
Para “Invencible”, su tercer libro tras “Perdón” y “Chiquis Keto”, su agente la puso en contacto con la escritora Cecilia Molinari para que materializaran su historia a cuatro manos. La cantante le mandaba borradores escritos a veces durante vuelos o en su celular, y ella le ayudaba a corregirlo y darle forma.
“Es una mujer que me cae tan bien”, dijo Rivera. “Hablábamos horas y horas y horas, fue muy, muy paciente conmigo porque yo escribía de más y ella me ayudaba a limpiar las cosas un poquito. Fue una experiencia muy bonita”.
Actualmente también trabaja en un cuarto libro.