UN ADOLESCENTE MUERE EN UN INCENDIO TRAS LANZAR LA POLICÍA GRANADAS “IRRITANTES” DENTRO DE UNA CASA PARA ATRAPAR UN PRÓFUGO EN EE.UU.

Un adolescente de 15 años murió, víctima de un incendio, en medio de un enfrentamiento entre policías y un delincuente prófugo que se ocultaba en una vivienda de la ciudad de Albuquerque (Nuevo México, EE.UU.). El incidente ocurrió en la madrugada del pasado 7 de julio, cuando las autoridades procuraban aprehender a Qiaunt Kelley, de 27 años, buscado por haber violado los términos de su libertad condicional por robo de vehículos a mano armada, y en relación con un tiroteo fatal a comienzos de mayo, informaron medios locales.


Un equipo táctico de fuerzas especiales (SWAT) y agentes del Departamento de Policía de Albuquerque (APD) siguieron a Kelley hasta una casa, donde se atrincheró, y a la que más tarde entraría un joven, identificado como Brett Rosenau, que no era requerido por la justica. Según un comunicado del APD, los oficiales intentaron durante varias horas convencer a los dos individuos de que “salieran pacíficamente”.

Luego de usar “un dron y robots” para determinar quién estaba dentro del predio, los uniformados procedieron a lanzar una granada con “polvo irritante”, como parte de su estrategia disuasoria. La Policía indicó que el operativo terminó luego de notar que salía humo de la residencia, debido a un incendio en curso en su interior. Cuando llegaron los bomberos, Kelley salió y fue trasladado a un hospital, con quemaduras, antes de ser arrestado. “Rosenau fue encontrado muerto dentro de la casa”, detalló el APD en su informe.

¿Uso excesivo de la fuerza o accidente?
El fallecimiento de Rosenau provocó protestas entre los residentes de Albuquerque, quienes culpan a los policías del trágico desenlace por uso excesivo de la fuerza. De acuerdo con el diario Albuquerque Journal, algunos manifestantes agitaron carteles con la consigna ‘Black Lives Matter’ (‘Las vidas negras importan’), ya que el menor era afroamericano, al igual que el sujeto al que perseguían los agentes.

En redes sociales corrió el rumor de que la unidad Swat y la Policía habían disparado durante su operativo. No obstante, un informe preliminar de la autopsia de Rosenau determinó que había fallecido por inhalación de humo y descartó que hubiera recibido algún disparo de bala.

“Ningún agente disparó sus armas. Los investigadores de incendios provocados están tratando de determinar la causa del fuego. Ambos individuos tuvieron la oportunidad de salir de la casa de forma segura”, escribió el APD en Twitter el día de los hechos.

Una investigación en curso intenta determinar si hubo responsabilidad por parte de los organismos de seguridad en la muerte de Rosenau. Al respecto, el jefe de policía de Albuquerque, Harold Medina, reconoció la posibilidad de que los “dispositivos utilizados para introducir irritantes en la casa hayan causado el incendio”, aunque subrayó que nunca ha sucedió algo así durante los “muchos años” que se han utilizado en la ciudad. El periódico The New York Times, citando a un fabricante de ese tipo de granadas, señala que están diseñadas para “minimizar o anular la posibilidad de incendio”.

“Si alguna de nuestras acciones contribuyó inadvertidamente a su muerte, tomaremos medidas para asegurarnos de que esto nunca vuelva a suceder”, manifestó Medina.

Por su parte, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) solicitó al fiscal general de Nuevo México, Héctor Balderas, abrir una investigación “exhaustiva, independiente y transparente”, y pone en duda el “entrenamiento y la experiencia” de los agentes involucrados del SAWT y el APD frente a los “peligros que se presentan si los botes de gas lacrimógeno se usan de manera inapropiada”.

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