DESCUBREN QUE A LOS DELFINES LES GUSTA MÚSICA CLÁSICA Y QUE LOS VUELVE MÁS AMIGABLES

Científicos de la Universidad de Padua, en Italia, han descubierto que el comportamiento de los delfines cambia, y para bien, cuando escuchan música clásica. Concretamente, comprobaron que después de ser expuestos a obras de compositores como Debussy y Beethoven, estos mamíferos marinos se mostraban más tranquilos y sociables, según Applied Animal Behavior Science.


Como parte del experimento, los investigadores monitorearon el comportamiento de ocho delfines mulares del delfinario de Riccione, en el este de Italia. El grupo estaba compuesto por cinco hembras y tres machos de cinco a 49 años de edad, tres de los cuales habían nacido en libertad.

La prueba consistió en proporcionar a los cetáceos distintos estímulos durante 20 minutos al día, siete días para cada tipo de estímulo. Su efecto se evaluó observando cambios en los comportamientos expresados ​​durante o poco después del estímulo.

La lista de reproducción a través de un altavoz subacuático incluía el Preludio y la Fuga en do mayor de Bach, ‘La mañana’ de la ópera Peer Gynt de Edvard Grieg, ‘El cisne’ de la suite ‘El carnaval de los animales’ de Saint-Saens, ‘Reflejos en el agua’ de Debussy y ‘Fantasía’ de Beethoven.

En otros días, a los delfines se les transmitió sonido de lluvia o les mostraron diapositivas de fotografías en pantallas colocadas bajo el agua.

Sin embargo, solo la música clásica logró incrementar varios comportamientos sociales. Los delfines sometidos al experimento reaccionaron a la música clásica de una manera especial: se volvieron más sociables, mostraron más interés el uno por el otro y pasaron más tiempo juntos nadando de manera sincronizada.

Según los científicos, la música clásica impulsa la producción de compuestos químicos naturales en el cuerpo de los delfines que afectan el estado de ánimo, como las endorfinas. Estas hormonas actúan en el cerebro estimulando una sensación de euforia y, tal y como lo hacen en muchas otras especies animales, en los delfines aumentaron la propensión a comunicarse.

Los autores del estudio concluyeron que escuchar música clásica puede ser útil para desestresar a los animales o mejorar los comportamientos sociales.

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