El Covid-19 repunta nuevamente en los Estados Unidos –y El Paso no es la excepción– en lo que los expertos consideran la variante más transmisible de la pandemia hasta el momento: la BA.5.
Pero algo es diferente esta vez: las autoridades de Salud Pública se están conteniendo para emitir mayores restricciones, como sí ocurrió en el estado de Chihuahua, donde a partir de este lunes se exige de nueva cuenta el uso del cubrebocas en exteriores y se limitó al 80 por ciento el aforo en restaurantes y otro lugares públicos.
En Estados Unidos en esta ocasión la alerta se ha vuelto silenciosa y se espera que las personas decidan usar el cubrebocas o implementar medidas de manera voluntaria para evitar la propagación del Covid.
Por tercera semana consecutiva, se superan los 2 mil contagios de Covid-19 en el Condado de El Paso. El índice letal empero es bajo, registrándose sólo seis decesos, los cuales ocurrieron en un lapso de cuatro meses.
Este lunes, autoridades de Salud dieron a conocer 2 mil 603 nuevos casos para la semana 28 de los Centros de Control de Enfermedades (CDC), a los que se le suman 125 resultados atrasados del estado de Texas, para un total acumulado de 260 mil 571 casos y 35 mil 25 muertes.
Destacan mil 430 casos “revolucionarios” –aquellos que se presentan en personas totalmente vacunadas– y que representan el 55 por ciento de los contagios registrados esta semana.
De acuerdo con el informe dado a conocer por El Paso Strong, los seis pacientes fallecidos tenían condiciones de salud subyacentes y uno de los fallecidos tuvo Covid “revolucionario”.
La lista de fallecidos incluye dos varones en sus cincuentas, dos mujeres –una en sus setentas y otra en sus ochentas–, un nonagenario y uno de cien o más años de edad.
El total acumulado durante la pandemia asciende a 248 mil 757 personas recuperadas. Se informó que 8 mil 108 casos estaban activos y hasta el momento se han administrado a nivel local 1 millón 752 mil 610 dosis de vacunas Covid-19, incluyendo refuerzos adicionales y primeras dosis.
El último surgimiento, impulsado por un aumento de casos de la subvariante BA.5 en este país desde mayo, ha provocado un aumento de las infecciones en al menos 40 estados, particularmente en las Grandes Llanuras, el Oeste y el Sur, según reporta The New York Times.
Las hospitalizaciones han subido un 20 por ciento en las últimas dos semanas, dejando a más de 40 mil personas internadas en un día promedio.
Sin embargo, más de dos años después de que comenzara la pandemia, los funcionarios de Salud Pública sólo emiten advertencias silenciosas en medio de una imagen que esperan que haya cambiado con las vacunas, los tratamientos y el aumento de la inmunidad. Las muertes están aumentando, pero sólo modestamente hasta ahora en esta nueva ola. Y los funcionarios de Salud Pública estatales y locales dicen que ahora también deben tener en cuenta una realidad que es obvia a lo largo de las calles desde Seattle hasta la ciudad de Nueva York: la mayoría de los estadounidenses se enfrentan a una nueva ola de Covid encogiéndose de hombros colectivamente, evitando las máscaras, uniéndose a las multitudes en el interior y moviéndose desde el aluvión interminable de advertencias de virus de los últimos meses.
En Chicago, donde el nivel de advertencia de Covid del condado se elevó a “alto” la semana pasada, el principal médico de la Ciudad dijo que no había razón para que los residentes permitieran que el virus controlara sus vidas. El director de Salud del estado de Louisiana comparó un nuevo aumento en los casos de Covid allí con un aguacero, “un aumento dentro de un aumento”, sin embargo calificó la situación como preocupante pero no alarmante.
Y el oficial de Salud Pública en el Condado de King, Washington, el doctor Jeffrey Duchin, dijo el jueves que los funcionarios estaban discutiendo volver a emitir un mandato de máscara, pero preferirían que el público se cubriera voluntariamente. “No vamos a poder tener series infinitas de mandatos obligando a la gente a hacer esto, aquello y lo otro”, dijo.
La escasez de datos complica la comprensión del país de esta ola BA.5. Desde los primeros meses de la pandemia no había habido tan poca información precisa sobre la cantidad de infecciones actuales en los Estados Unidos. A medida que los sitios de prueba públicos han cerrado y las pruebas en el hogar, si es que las personas las realizan, se han vuelto comunes, los datos informados públicamente se han vuelto escasos e irregulares.
Anita Kurian, subdirectora del Departamento de Salud de San Antonio, dijo que los casos han aumentado en el área durante seis semanas seguidas. Pero algunas medidas, como el bajo número de muertes hasta el momento, sugieren que el país está entrando en una etapa nueva y menos letal de la pandemia en la que las vacunas y los tratamientos han mejorado significativamente las posibilidades de supervivencia, dijo.
“No estamos en ninguna parte al nivel en el que estábamos con los aumentos repentinos anteriores”, dijo.
Hasta ahora, el número de hospitalizaciones y muertes de la ola actual palidece en comparación con los picos anteriores. Durante el pico de la oleada de ómicron a principios de 2022, cerca de 159 mil personas fueron hospitalizadas en un día determinado.