Durante casi 20 meses, entre el 21 de marzo de 2020 hasta el domingo 7 de noviembre de 2021, los puertos fronterizos terrestres de Estados Unidos estuvieron cerrados para permitir el ingreso de viajeros “no esenciales”: en su mayoría mexicanos con visa de turista.
Aunque en el Sector El Paso, que abarca el sur de Nuevo México y el Oeste de Texas, la reapertura fue ordenada y estuvo llena de emotivos reencuentros entre familias binacionales, el flujo de personas y vehículos que cruzaron a Estados Unidos fue menor de lo esperado.
Casi dos años de aislamiento entre las ciudades hermanas de México y EU tuvieron un impacto negativo en la dinámica fronteriza.
Un estudio del Instituto Hunt para la Competitividad Global, que pertenece a la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), señala que entre enero y abril de 2022, aumentaron los cruces totales de pasajeros y peatones a través de los diez puertos de entrada entre EU y México, incluyendo El Paso, en comparación el mismo período de 2021, pero se mantuvieron por debajo de los niveles previos a la pandemia.
“Con los 19 meses que estuvimos separados de El Paso, nos dimos cuenta como juarenses que no dependemos de aquella ciudad para comprar nuestro mandado y ropa, así como para divertirnos”, dice Juan Cortez, vecino de la colonia Melchor Ocampo.
Cortez tiene un hermano en El Paso y sus hijos estudiaron en escuelas paseñas. Sin embargo, ahora viven en Arizona y California y cuando vienen a la región cruzan a ver a sus padres en Juárez.
“A veces me mandaban algo con sus amigos que también cruzan a Juárez, o de vez en cuando algún dinero para gastos, pero llegaba directo a mi cuenta de banco, así que no había necesidad de cruzar”, dijo el contador jubilado.
Así como Cortez, el flujo fronterizo disminuyó durante la pandemia y marcó una nueva dinámica. Por otra parte, paseños que solían cruzar a Juárez dejaron de hacerlo en medio de las restricciones.
“Aunque nosotros sí podíamos cruzar, le sacábamos no tanto al contagio, sino a las largas filas. En 2019 con la crisis migratoria hicimos hasta cuatro horas, así que ahora si queremos comida mexicana o mandado mexicano, lo compramos aquí y no tenemos que ir”, dijo Erick Martínez, residente del lado Oeste de El Paso.
De acuerdo con un estudio del Colegio de la Frontera Norte de septiembre de 2021, entre las personas que cruzan los puentes internacionales a Estados Unidos, son mexicanos el 60.3 por ciento y el 39.7 por ciento restante lo componen residentes del lado norteamericano.
Tras la reapertura en noviembre de 2021 se esperaban largas filas para cruzar a El Paso, debido a que se dio antes de las tradicionales ventas del Día de Acción de Gracias, que dan inicio a las compras navideñas.
Para sorpresa de muchos, incluyendo a los agentes de Migración y Aduanas (CBP) de Estados Unidos, el flujo fue mucho menor. Las largas filas, de hasta cuatro horas para cruzar, se convirtieron en esperas de minutos, menos de media hora, en la época con más afluencia del año.
Entre los diez puertos de entrada más importante, El Paso presentó el mayor incremento de peatones y vehículos particulares en números comparado con 2021, con un aumento de 2 millones 791 mil 504 cruces (57.1 por ciento), seguido de San Ysidro —frontera con Tijuana— con 2 millones 18 mil 9 cruces (24.6 por ciento) y Nogales, con 1 millón 459 mil 830 cruces (83.2 por ciento).
El Barómetro de los Negocios de la Fronteriza, un esfuerzo de UTEP para reportar indicadores de la región de El Paso-Juárez-Las Cruces, señala que en 2019 cruzaron más de un millón de vehículos la frontera en esta región, en tanto que en lo que va de 2022 la cifra se ha desplomado por debajo del millón.
El número total de cruces fronterizos para tráileres con carga llena a través de la frontera hacia EU se incrementó, superando los niveles de 2021 y 2019, señala el informe titulado “Paso del Norte Economic Indicator Review”.
Comparado con 2019, el 2022 mostró un incremento de 78 mil 655 cruces comerciales; respecto a 2021 los cruces comerciales se elevaron en 94 mil 304, señalan los cálculos de Instituto Hunt.
Y aunque las cifras son optimistas, sólo cuatro de los diez puertos fronterizos de carga pudieron recuperarse de la baja que tuvieron por la pandemia del Covid en 2020.
El puerto de entrada de Laredo aumentó el 17.5 por ciento los cruces, regido por Mesa-Otay, con un 15.5 por ciento.
Santa Teresa, ubicada en el Sector El Paso, creció un 1.6 por ciento, en tanto que Caléxico East se expandió en 3.6 por ciento.
El Paso tuvo en cambio un decremento del 20.5 por ciento en los primeros cuatro meses de este año con respecto al 2020.