INSISTEN EN NO AL ABORTO…

Aunque los sondeos muestran que los estadounidenses siguen estando más a favor del acceso al aborto que los que se oponen a eso, la religión en las vidas de las personas usualmente cambia sus puntos de vista sobre el tema, aseguran expertos.

Así que, cuando la Suprema Corte anuló el caso Roe contra Wade el mes pasado, muchas personas con fuertes creencias religiosas –particularmente los conservadores cristianos– aplaudieron el fallo.

“Realmente creo en la misión de hacer que el aborto sea impensable en nuestras vidas”, comentó Cristina Flores de 19 años, integrante del grupo anti-aborto Estudiantes a Favor de la Vida en UTEP. “Cuando se practica un aborto, se mata la vida humana”.

El grupo Estudiantes a Favor de la Vida en Estados Unidos se instituyó en 2006; el grupo de la Universidad de Texas en El Paso se fundó en el 2019 y tiene unos 20 miembros, comentó Flores, quien estudia el segundo año universitario de la carrera Escritura Creativa y Lingüística.

“Creemos en el valor de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”, agregó Flores, quien recibió una educación en el hogar y creció en una familia cristiana.

Una tercera parte de los estadounidenses, el 33 por ciento, dicen que el aborto es ilegal en la mayoría de los casos, de acuerdo a un sondeo realizado por el Instituto de Investigación Pública Religiosa, una organización no lucrativa ni partidista que lleva a cabo investigaciones sobre la religión, cultura y políticas públicas.

Esa cifra incluye el 25 por ciento de quienes dicen que debe ser ilegal en la mayoría de los casos y el 8 por ciento que asegura que debería ser ilegal en todos los casos.

El sondeo, que fue dado a conocer el 7 de julio, fue realizado dos días después de la anulación del caso Roe contra Wade y de Planeación Familiar contra Casey, el fallo emblemático que protegió el derecho al aborto durante casi medio siglo.

Sin embargo, ¿qué tanto influye la religión sobre nuestro punto de vista sobre el aborto?

Justo menos de la tercera parte de los estadounidenses, el 31 por ciento, están de acuerdo en que su fe religiosa dicta sus puntos de vista sobre el aborto, mientras que el 66 por ciento están en desacuerdo, según la encuesta del Instituto de Investigación.

El sondeo también muestra que el 65 por ciento de los que dicen que el aborto debe ser ilegal en la mayoría o en todos los casos están de acuerdo en que su religión influye en su punto de vista –comparado con sólo el 14 por ciento de los que dicen que el aborto debe ser legal en la mayoría o todos los casos, según muestra la encuesta.

La manera en que una persona considera la importancia de la religión en su vida también importa al cambiar sus creencias:el 76 por ciento de los que dicen que la religión es lo más importante en su vida están de acuerdo en que su fe incide en sus puntos de vista sobre el aborto.

“La correlación entre los puntos de vista religiosos y el aborto es visto más fuertemente entre los cristianos evangélicos”, comentó Ann B. Horak, experta en estudios religiosos en El Paso. “Su punto de vista sobre el aborto usualmente se alinea con los puntos de vista más tradicionales sobre las mujeres y la familia”.

Como profesora que forma parte de varios consejos de la comunidad, Horak comentó que ha tenido incontables conversaciones con estudiantes y mujeres de las organizaciones a las que pertenece.

“Desde mi experiencia, muchos católicos jóvenes y mujeres en general dentro de la Iglesia Católica tienen su propia antipatía personal al aborto, pero titubean al decir que sus creencias religiosas deben influenciar las leyes civiles”, agregó.

En la región fronteriza, dijo Horak, muchos católicos están enterados de los problemas que enfrentan las mujeres y la falta de apoyo que usualmente reciben. Eso “hace que entiendan más las decisiones que en ocasiones tienen que tomar las mujeres”.

Muchas se mantienen firmes detrás de sus enseñanzas religiosas sobre la santidad de la vida humana y creen obstinadamente que la vida empieza antes del nacimiento, sin excepción.

Cuando le preguntaron si cree que las leyes anti-aborto deberían permitir excepciones, tales como cuando un embarazo es producto de una violación, Flores del grupo de Estudiantes a Favor de la Vida de UTEP, respondió con un enfático “no”. “El aborto no va a cambiar la violación a una mujer”, dijo. “El aborto no solucionará el problema”.

Cuando les hicieron la misma pregunta, Mario y Lucy, una pareja devota cristiana que tiene unos 60 años y que pidieron que su apellido no fuera mencionado en esta historia, dijeron que podrían hacer una excepción: cuando se involucra a una menor embarazada.

“En el caso de una niña de 10 años que es violada, por ejemplo, creo que yo dejaría a un lado mis enseñanzas religiosas”, dijo Lucy, refiriéndose a una niña de Ohio que fue violada y tuvo que cruzar la línea estatal para dirigirse a Indiana y abortar.

El caso acaparó la atención nacional después que el presidente Joe Biden se refirió al caso en un discurso acerca de las prohibiciones al aborto después del fallo sobre Roe contra Wade.

Un hombre de 27 años de Ohio presuntamente confesó su delito y fue arrestado y acusado de violación contra una menor de 13 años.

“En la mayoría de los casos, especialmente cuando se involucran adultos”, dijo Lucy, “Es erróneo y va contra Dios”.

La prohibición en Texas sobre el aborto no hace excepciones para las violaciones o el incesto, aunque si permite excepciones cuando el aborto puede salvar la vida de la persona embarazada o impedir una discapacidad sustancial de alguna importante función del cuerpo.

Mario comentó que prefiere que se haga un mayor esfuerzo para renovar y mejorar el proceso de adopción para que más niños puedan ser llevados a casas en donde los reciban bien y que se inviertan más recursos para proporcionar atención médica, nutrición y educación para los pobres.

“No podemos decir únicamente que estamos a favor de la vida y no apoyar a los bebés y a sus familias”, dijo. “Es nuestro deber y es el llamado que nos hace la iglesia y Dios”.

La afiliación religiosa también juega un papel importante, según muestra el sondeo: casi tres de cuatro anglosajones protestantes evangélicos, el 73 por ciento, aseguran que su fe religiosa influye en sus puntos de vista sobre el aborto.

Eso se compara con el 33 por ciento de los protestantes afroamericanos, el 33 por ciento de los anglosajones católicos, el 32 por ciento de los hispanos católicos, el 26 por ciento de los protestantes anglosajones y el 20 por ciento de los estadounidenses que son religiosos pero no cristianos.

¿Qué tanto de esa influencia religiosa proviene de los líderes religiosos?

Menos de uno de cada cinco estadounidenses, el 16 por ciento, dicen que acuden a sus líderes religiosos en busca de consejo sobre cómo pensar sobre el aborto, según muestra el estudio del Instituto.

Sin embargo, los que dicen que la religión es lo más importante en su vida, el 46 por ciento, es más probable que estén de acuerdo en que acuden a sus líderes religiosos.

El obispo de El Paso Mark J. Seitz dijo que todas las vidas son sagradas y sólo Dios puede decidir quién vive y quién muere.

“Por esta razón, la comunidad católica siempre está a favor de la vida, en contra de la pena de muerte, de la guerra, del aborto, a favor de las familias, las mujeres y la humanidad”, dijo Seitz a través de un comunicado después del fallo de Roe contra Wade.

Aproximadamente el 80 por ciento de los paseños son católicos, de acuerdo a la Diócesis. Seitz comentó que el fallo fue un alivio para muchos, y que el aborto nunca es la solución.

Dijo que entiende que la decisión de la Suprema Corte es impactante para muchos, Seitz comentó que todos “debemos trabajar como nunca antes para asegurarnos que las mujeres sean apoyadas, promovidas en todos los niveles de la sociedad, empoderadas para recibir el regalo de la vida, y nunca ser perseguidas ni criminalizadas”.

Agregó que la iglesia debe seguir trabajando para asegurar que “las familias sean apoyadas con salarios que les permitan vivir, tener acceso a una atención médica y educación asequibles y oportunidades laborales, caminos para obtener la ciudadanía para los que son indocumentados”.

Gloria Sánchez, quien fue criada como católica pero nunca se ha considerado particularmente religiosa, dice que no le atribuye sus puntos de vista anti-aborto a su religión ni a la influencia de los líderes religiosos. Ella, al igual que otros que tienen un enfoque más secular, considera su punto de vista como un tema de derechos humanos.

“Dejando a un lado lo que dice la religión, no puedo comprenderlo, me rompe el corazón”, dijo Sánchez, quien es madre de dos pequeñas hijas de 4 y 6 años y es ama de casa. “No puedo ver a mis hijas a los ojos y explicarles por qué el aborto está bien, porque no lo está”.

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