El verano es la época del año en la que nos gusta ir a algún lado para hacer actividades al aire libre, así como abarrotar las playas, albercas o montañas, lugares en los que puede llegar a maltratarse o deteriorarse tu teléfono móvil si no se toman precauciones.
Según una reciente encuesta realizada por CertiDeal, un 5 por ciento de los usuarios cambia su terminal debido al deterioro que el mar genera en su dispositivo, algo de llamar la atención y que puede mitigarse.
Además del agua del mar y de la piscina, se debe tener especial cuidado con otras sustancias como el cloro, que puede dañar la pantalla, y también se debe evitar utilizar el smartphone con las manos húmedas. Así que ten siempre tu toalla cerca.
También conviene alejar de los dispositivos electrónicos cremas y aceites solares, puesto que pueden penetrar en ellos, perjudicarles y causarles daños irreparables en sus componentes.
En este caso, hablamos tanto en el caso de los dispositivos como de los accesorios (auriculares o el acceso de carga, así como todo componentes), siempre es aconsejable utilizar una funda o una bolsa que pueda evitar la suciedad y el sobrecalentamiento que provoca dejarlo expuesto al sol.
Por otra parte y en esta misma línea, se deben controlar los tiempos y las circunstancias en las que se ponga a cargar el smartphone, especialmente cuando las temperaturas son muy altas.
Y es que calor sumado al paso de la energía desde el enchufe es una combinación fatal que afecta especialmente a la batería, de modo que no es para nada recomendable dejar el tu teléfono cargando durante horas e, incluso, toda la noche.