Los rastros de sangre y los impactos de arma larga permanecían hasta ayer en el lugar en donde la noche del jueves fueron asesinados cuatro trabajadores de la radiodifusora Mega Radio, y dos personas más resultaron heridas.
Mientras que las autoridades de los tres niveles de gobierno se reunían en la Mesa de Seguridad, las universidades suspendieron sus actividades presenciales y muchos negocios decidieron permanecer cerrados, las huellas del jueves violento que vivió Ciudad Juárez permanecían sobre la plaza comercial ubicada en la avenida Ejército Nacional.
Los cordones amarillos colocados la noche del jueves por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, todavía atados en pedazos, de un poste a otro, en el camellón de la avenida, alertaban a los automovilistas que ahí había ocurrido la masacre, por lo que algunos ingresaban a la plaza comercial a tomar fotografías, mientras que los peatones también se detenían a observar.
En el exterior de la pizzería, donde los cuatro trabajadores de la radiodifusora se encontraban haciendo enlaces en vivo, continúan los rastros hemáticos y un trozo del cinturón de uno de ellos, mientras que en los cristales de local se observan los impactos de bala de grueso calibre.
A través de los cristales se observaban sobre el piso las manchas de sangre de los heridos, guantes quirúrgicos, cubrebocas y pequeños sobres de chile molido de la propia empresa.
Aunque un trabajador de la pizzería acudió a levantar la reja, finalmente volvió a cerrar y se alejó del lugar; mientras que dos hombres más acudieron por un vehículo que estaba estacionado en el lugar durante el ataque armado.
De acuerdo con el Fiscal General del Estado, hasta ayer sumaban 11 personas sin vida y 12 lesionadas, en los distintos hechos violentos ocurridos la tarde del jueves.
Personal de la misma autoridad investigadora explicó que entre las víctimas se encuentran dos mujeres y al menos un menor de edad. Diez de ellas murieron por impactos de arma de fuego y una por intoxicación.