El Senador panista Damián Zepeda Vidales aseguró hoy que sí fue un triunfo de la oposición en el Senado haber impedido –al menos temporalmente– la aprobación de la reforma para ampliar la presencia del Ejército en las calles hasta 2028, pero pidió prudencia en los festejos, ya que advirtió que la legislación no está muerta.
“Yo creo que hoy sí ganamos, pero tendría cuidado con el champán y las fanfarrias, las celebraciones grandes, porque Morena lo que hizo fue una retirada estratégica: no le dieron los votos”, expresó el panista en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela para el programa Los Periodistas que se transmite por el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire.
Sin embargo, Zepeda matizó: “La verdad de las cosas, no se puede hablar de que toda la oposición estuvo ahí: ahora le faltan 11 votos, pero en un momento, [a Morena] se le rajó uno más y le faltaban dos” votos para poder avalar las modificaciones.
Esta tarde, en el pleno del Senado, después de una intensa, ríspida y anticipada sesión, la minuta que modifica la reforma constitucional del 2019 en materia de Guardia Nacional para extender el plazo de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta 2028 se regresó a las comisiones dictaminadoras, por lo que se suspendió la votación en medio de protestas de la oposición.
Cuestionado por Alejandro Páez Varela sobre quiénes eran los legisladores que estuvieron cerca de votar a favor, el Senador desvió la pregunta y aseguró que cada legislador debe hacerse cargo, e incluso aventuró que algunos lo habían revelado en entrevistas o declaraciones en medios este mismo miércoles.
Además, el también exdirigente nacional panista llamó a “no bajar la guardia” en los próximos días y planteó una fórmula para sostener en las siguientes horas y días la barrera que impidió la aprobación de la reforma hoy, la cual necesitaba de mayoría calificada –dos terceras partes de los senadores presentes– para ser avalada.
“En este tiempo yo no bajaría la guardia, iría muy sensato a convencer a legisladores de oposición para que no voten a favor, y convencer a la mayoría y al Gobierno de que hay disposición de cambiar estrategia de seguridad pública, que no tiene que ser una guerra de todo o nada, porque todos queremos garantizar la paz de los mexicanos”, indicó.
Morena en el Senado devolvió a comisiones el dictamen, luego de que el Senador Ricardo Monreal subió a tribuna y propuso dar más tiempo a la discusión, pues a Morena no le daban los números para empujar la aprobación.
“No traen los votos, no traen los votos”, gritaron los senadores de la oposición después de que Monreal propusiera ampliar el plazo de discusión.
El ambiente en el Senado cambió este día en apenas una horas: previamente Morena pretendía votar hoy mismo los cambios, porque parecía contar con los votos necesarios, como indicó Zepeda, pero su alianza con una parte de la oposición –sobre todo del Partido Revolucionario Institucional, cuyos diputados propusieron la reforma– se desmoronó sobre el final de la discusión.
Con la decisión de retornar a comisiones la propuesta, Morena ganará tiempo para encontrar consenso y votos durante los próximos nueve días e intentar de nuevo una votación en el pleno, con este documento o con uno nuevo, modificado precisamente en comisiones, si así lo desea la mayoría.
Sin embargo, Zepeda indicó que él “no está dispuesto a avalar ninguna reforma que se haya conseguido con el uso político de la justicia y que sea parte de un pacto de impunidad”. “Me parece de lo más despreciable cómo lograron los votos en la Cámara de Diputados y no estoy de acuerdo en avalar ese acuerdo en lo oscuro que hicieron”, remarcó.
Y es que la iniciativa fue promovida por el PRI y apoyada por el oficialismo y sus fuerzas aliadas luego de las publicaciones de audios de su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, y el pedido de desafuero de la Fiscalía de Campeche contra el también exgobernador, por supuesto enriquecimiento ilícito.
La decisión del PRI de unirse al oficialismo para apoyar la reforma ocurrió al mismo tiempo de que la Gobernadora de Campeche, Layda Sansores, dejara de publicar semanalmente los audios de “Alito”, como se le conoce al dirigente priista, aunque la morenista descartó que se trate de un acuerdo, sino apenas de una coincidencia.
La propuesta de reforma priista, apoyada por el oficialismo, generó fricciones al interior de la organización y duras críticas de parte de sus aliados opositores PAN y Partido de la Revolución Democrática (PRD), que acusaron a los diputados del PRI de incumplir los compromisos acordados en la coalición Va por México, integrada por esos tres partidos, situación que pone en riesgo la supervivencia de esa alianza. Algunos senadores del PRI han adelantado que no respaldarán la iniciativa.
Zepeda, por su parte, aseguró a Los Periodistas la encrucijada que entraña la reforma y las acusaciones “brutales” contra “Alito” Moreno: “Si tenía razón el Gobierno y era culpable, entonces hubo un pacto de impunidad. Y, si no tenía razón y era inocente, entonces hubo un uso político de la justicia”.
Por último, el Senador panista aseguró que ellos buscan que haya un cambio en la estrategia de seguridad pública, no que la Guardia Nacional se vaya de los estados. “Lo único que decimos es que no es de la Guardia Nacional, ni habla de sus elementos, sino de las Fuerzas Armadas permanentes, para que puedan ayudar en las labores de seguridad siempre y cuando sea de manera extraordinaria, siempre complementaria a una fuerza civil y subordinada a mando civil”.
Para el panista “la militarización en México ha sido un fracaso rotundo: fracasó con Felipe Calderón, con Enrique Peña Nieto ha fracasado y con Andrés Manuel López Obrador va a continuar fracasando los años que le demos, como solución al problema de seguridad pública está demostrado en el mundo que no funciona porque las Fuerzas Armadas, con todo respeto, están formadas para el combate, para eliminar al enemigo”, dijo.
El PAN, afirmó, le dio los votos a Morena para aprobar la presencia del Ejército en las calles hasta 2024 en los artículos transitorios de la creación de la Guardia Nacional, pero siempre con el entendimiento, “como marca la Constitución, de que iban a ser labores complementarias y extraordinarias”.