Si bien el móvil del incendio registrado la noche del pasado miércoles en un establecimiento de venta de elotes del fraccionamiento Infonavit Casas Grandes no ha sido determinado, presenta indicios de que podría obedecer al cobro de piso, de acuerdo con datos obtenidos entre los primeros respondientes.
Esto, debido a que los dos hombres encapuchados con vestimenta oscura que llegaron al lugar con un garrafón de gasolina advirtieron al personal que su presencia era “por no pagar la cuota”. Luego rociaron el negocio con el combustible y le prendieron fuego.
La información recabada en el lugar agrega también que en el establecimiento no se habían recibido amenazas previas de solicitud de algún cobro ilegal, además de que los agresores asaltaron a los empleados, despojándolos de sus pertenencias y del efectivo que había en la caja con la venta del día.
La Fiscalía General del Estado en la Zona Norte envió información a este medio señalando que aún investiga el motivo del incendio intencional, registrado la noche del miércoles en la negociación ubicada entre las calles Valentín Fuentes y Benemérito de las Américas.
“La Fiscalía de Distrito Zona Norte continúa escuchando en declaración a los diversos testigos, así como a los afectados, a fin de establecer líneas de investigación sólidas, por lo que por el momento no es posible determinar el móvil de los hechos”, indicó el Ministerio Público del estado.
“En el lugar, el encargado de la negociación –de identidad reservada– resultó con lesiones, por lo que fue trasladado a un hospital para recibir atención médica; su estado de salud se reporta como estable”, agregan los datos oficiales.
Los mismos señalan que el reporte del siniestro se recibió la noche del miércoles alrededor de las 21:00 horas, “por lo que policías investigadores de la Unidad de Delitos contra la integridad Física y Daños, agentes del Ministerio Público, Analistas y Peritos, arribaron al lugar para iniciar con las diligencias y el levantamiento de testimoniales”.
Ayer por la mañana, el negocio se observaba siniestrado de piso a techo, con ollas aún sobre la estufa ennegrecida y restos de hollín sobre las sillas y las dos mesas colocadas para la clientela.
“Estábamos acostados cuando nos dio el olor a humo. Todavía no se me quita el dolor de cabeza, del susto”, comentó una vecina de la zona, ubicada enfrente del Hospital General de Zona número 35 del Instituto Mexicano del Seguro Social y caracterizada por la profusión de establecimientos para la venta de comida.