Las condiciones económicas y de inflación están puestas para que Banco de México se anime a subir la tasa en 100 puntos base (pb) durante el anuncio de noviembre, advirtió Marco Oviedo, experto en política monetaria y finanzas globales.
Con una inflación subyacente que lleva más de 18 lecturas mensuales al alza y una economía en buenas condiciones, que incluso ha permitido reducir el desempleo, los miembros de la junta pueden aprovechar para acelerar su incremento de tasas, advirtió.
Oviedo sostuvo que para llevar a la inflación a 3% puntual como estima Banxico en el 2024, se requiere una tasa terminal en 12 por ciento. Si no aceptan llevar la tasa terminal a 12%, entonces tendrían que cambiar sus proyecciones de inflación porque no van a llegar si suben de 75 en 75 puntos base, estimó.
Su proyección sobre la tasa terminal, la realizó al aplicar la llamada “regla de Taylor”, que relaciona la tasa de interés nominal que debe adoptar el banco central con la inflación, expectativas del PIB y otras variables económicas.
Si suben de 75 en 75 puntos base, se van a tardar casi cinco meses en llegar a la tasa terminal en caso de que aceptaran llevarla hasta 12 por ciento. Pero si suben de 100 en 100 pb, en tres meses estarían ahí. Y sí hará la diferencia estar apretando lo más que se pueda, resaltó.
Desde su perspectiva, el episodio de inflación que estamos viviendo es bastante complicado. Y si estaban siendo cautelosos (en la Junta de Gobierno) por el riesgo de una contracción económica, los datos del Índice Global de la Actividad Económica (IGAE) de agosto y las revisiones al alza de la serie, pueden confirmarles que deben enfocarse en la inflación.
Una economía más dinámica, como la que evidenciaron los datos del IGAE podría estar detrás de una demanda más fuerte que se está convirtiendo en una presión adicional para la inflación.
Si la economía estuviera contrayéndose o con indicios de una contracción, esta misma dinámica ayudaría a bajar la presión inflacionaria y daría espacio a Banxico para desacoplarse de la Fed. Pero no es el caso.
Oviedo subrayó que al Banco de México se le escapó la oportunidad de ser oportuno y subir 100 puntos la tasa desde la decisión de junio, cuando la Fed aceleró el ciclo alcista al pasar de incrementos de 50 puntos a 75 puntos.
Con esta medida la Fed logró corregir un poco el fallo de su diagnóstico sobre la temporalidad y se adelantó un poco respecto de la curva de inflación. Y eso no ha pasado en México porque son demasiado cautelosos.
“Miremos el contexto internacional de pares Latinoamericanos. Ahí están Brasil, Chile, Perú. Incluso Colombia, que han aplicado incrementos de 100 puntos base o más porque la situación lo amerita y yo creo que Banxico ya pecó de ser cauteloso”.
El estratega, cuyos análisis han sido determinantes en decisiones de bancos globales de inversión, recordó que en algún momento de este año, el subgobernador Jonathan Heath dijo que la Fed era un piso.
Yo tengo la impresión que lo ven ahora como un techo a pesar que la inflación en México no está cediendo. Y es momento de avanzar.