Gracias al uso de gel sanitizante y al constante lavado de manos se ralentizó la transmisión del Covid-19 durante los últimos años, pero ambas prácticas han tenido un impacto negativo en el medio ambiente, indica un estudio liderado por el Trinity College Dublin, ubicado en el Reino Unido.
Al evaluar el uso de geles y el aumento del lavado de manos, los científicos cuantificaron su impacto en la salud planetaria, concepto centrado en la interdependencia de la salud animal, humana y del medio ambiente.
Según la investigación, producir y usar gel sanitizante para manos ha representado cerca del 2 por ciento de la huella de carbono de las personas.
La huella de carbono, apunta Greenpeace, es la totalidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que una persona genera directa e indirectamente.
Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó lavarse las manos con jabón y emplear alcohol en gel para protegerse contra el Covid-19, estas prácticas afectan a la salud planetaria, de acuerdo con el estudio.
El lavado de manos requiere agua, mientras que la producción de empaques e ingredientes para el gel emite GEI, que exacerban el cambio climático, indica el documento publicado en «Environmental Science and Pollution Research».
Los científicos modelaron los impactos en la población de Reino Unido de cuatro prácticas de higiene durante un año: usar gel basado en etanol, recurrir a gel basado en isopropanol, lavarse con jabón líquido y agua, así como emplear jabón en barra y agua.
La opción que tuvo el impacto ambiental más bajo fue usar gel sanitizante basado en isopropanol.
En cuanto a emisiones, esta práctica genera más de un millón 60 mil kilogramos de dióxido de carbono (CO2), cifra inferior a los 4 millones 240 mil kilogramos de CO2 producidos por lavarse las manos con jabón líquido.
«La higiene de las manos ciertamente hizo una gran diferencia en ralentizar la transmisión del Covid-19 durante los últimos dos años, pero esta investigación (…) muestra que estas práctica causan un daño significativo», apuntó en un comunicado Brett Duane, autor principal del estudio y profesor de la Escuela de Ciencia Dental del Trinity College Dublin.