La secretaria de Desarrollo Rural de Chihuahua, Lilia Merodio, informó ayer que ha quedado superada la situación generada tras la alerta de las autoridades estadounidenses para no consumir cebolla producida en la entidad.
Indicó que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió el mes pasado un oficio en el que expuso que ya no existe alerta por el producto.
En meses anteriores, el producto chihuahuense fue identificada como la causa de varios casos de salmonelosis entre consumidores de Estados Unidos.
Según el texto del oficio emitido por la FDA, la situación del brote de salmonelosis quedó concluida, pero se tomarán medidas para tener mejores controles.
“La FDA, junto con los CDC y socios estatales y locales, investigó un brote multiestatal de infecciones por Salmonella Oranienburg relacionado con cebollas frescas enteras importadas del estado de Chihuahua, México, en cooperación con las autoridades mexicanas competentes. A partir del 2 de febrero de 2022, los CDC han declarado que este brote ha terminado. CDC informa que hubo mil 40 enfermedades en 39 estados, Washington, D.C., y Puerto Rico”, señaló en el oficio.
Agregó que en septiembre de 2021, como parte de la investigación en curso para determinar el producto que causa enfermedades, las operaciones de importación de la FDA implementaron pruebas de detección mejoradas de Salmonella para las cebollas importadas a los Estados Unidos, pero no se recolectaron muestras porque la temporada de crecimiento había terminado y las cebollas ya no estaban disponibles, siendo importado del estado de Chihuahua, México.
Apuntó que como resultado de este brote, la FDA inició investigaciones nacionales, así como inspecciones del Programa de Verificación de Proveedores Extranjeros (FSVP) de las empresas nacionales que importaron cebollas chihuahuenses. Al inspeccionar a estos importadores estadounidenses, la FDA puede determinar si cumplen con los requisitos aplicables del Programa de Verificación de Proveedores Extranjeros (FSVP), incluida la realización de ciertas actividades basadas en el riesgo para verificar que los alimentos importados cumplan con los estándares de seguridad de EU. “La FDA continúa trabajando en estrecha colaboración con las autoridades mexicanas competentes a través de la Asociación de Seguridad Alimentaria establecida para investigar las posibles fuentes de contaminación dentro de la región afectada y para implementar de manera proactiva estrategias de prevención antes de la próxima temporada de cultivo”, agregó.