DENUNCIAN VIOLENCIA, ACOSO Y DISCRIMINACIÓN

Para denunciar la creciente violencia en contra de la mujer y hacer pública la solidaridad con todas las mujeres en lucha y madres de familia que sufren por la guerra en Ucrania, activistas de cuatro organizaciones fronterizas realizaron un acto público en el parque Memorial, ubicado en el 1701 Norte de la Copia, con el fin de conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

Al entrar al tercer año de la crisis humana provocada por la pandemia con su interminable secuela de sufrimiento, devastación familiar, mayor empobrecimiento y ataque a sus derechos humanos, las mujeres de las organizaciones hicieron un llamado a la comunidad para que se unan a la lucha.

La eliminación de la violencia doméstica e institucional en contra de la mujer; igualdad de género y fin al racismo, salud y vivienda digna, justicia económica y ambiental, respeto a los derechos humanos, y un alto a la guerra contra las familias inmigrantes, fueron entre otras sus súplicas.

“Hacemos un llamado a todas las mujeres y a las organizaciones hermanas a que se unan a nuestro esfuerzo y que nos acompañen en este esfuerzo y en esta jornada de lucha por un movimiento fronterizo que ponga en el centro de cualquier estrategia de cambio, a la mujer”, dijo Dulce Carlos, integrante de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNRH).

Dan testimonios

En el evento en que participaron miembros del Proyecto de Mujeres Fronterizas, Centro de los Trabajadores Agrícolas Fronterizos, la Red Fronteriza por los Derechos Humanos y Alianza de Texas por Reforma Migratoria, varias mujeres dieron testimonio del abuso, discriminación y acoso que han sufrido en sus vidas.

Y al mismo tiempo enviaron un saludo a todas las mujeres que hoy se movilizaron en varias partes del mundo para denunciar los males que las aquejan como mujeres y para reivindicar las demandas y luchas para frenar los abusos, la discriminación y el feminicidio. 

“El acto público tiene como objetivo darle visibilidad a la problemática que afecta a las mujeres, para destacar nuestra enorme y pocas veces reconocida contribución al bienestar de la sociedad, empezando por el crítico cuidado reproductivo que cumplimos día a día a cada hora del día”, externó Dulce Carlos.

Sin nosotras, dijo, las sociedades no podrían funcionar ni sobrevivir. Además, el 8 de marzo es una forma de reconocer cómo a lo largo y ancho del planeta, las mujeres luchamos por un mundo mejor y en el centro de nuestras luchas siempre está la vida, agregó.

Para las mujeres reunidas en el área verde del emblemático parque enfrentar la terrible pandemia ha afectado desproporcionadamente a las personas, familias y comunidades más marginadas y abandonadas, principalmente a las madres solteras que históricamente han sido excluidas de los programas de bienestar social y que bajo esta crisis aumentó su exclusión. 

La mayoría de ellas no recibió los apoyos de los programas federales de estímulos económicos ni los de prevención y protección para ellas y sus familias. La pobreza entre las madres solteras y sus familias aumentó”, externó.

 Nace nuevo organismo

La violencia doméstica dentro y fuera de sus hogares también se incrementó a niveles alarmantes. “Y no se trata de que las mujeres cabeza de familia estaban mejor antes de la crisis, no, ya de por sí estaban padeciendo muy malas condiciones de vida y una aguda pobreza, pero la pandemia vino a agravar su situación”, subrayó en su intervención.

Explicó que ante ello nació una nueva organización: Proyecto de Mujeres Fronterizas, con el apoyo de las tres organizaciones que la integran, la cual se dio a la tarea de aliviar la situación de la población más vulnerable y particularmente de las madres solteras y las mujeres de edad avanzada.

“No solamente le dimos voz a las mujeres afectadas e hicimos visible la gravedad de su situación y de sus condiciones, también realizamos acciones concretas porque la solidaridad genuina se tiene que traducir en hechos concretos, porque la solidaridad tiene que ir más allá de las palabras y de las declaraciones”. 

Para Dulce Carlos con este tipo de acciones se busca que ellas sean las autoras del cambio social necesario para erradicar la violencia del patriarcado, el racismo, abierto o encubierto, la injusticia y la desigualdad económica y para ejercer sus derechos humanos.

Otra de las participantes fue Rosa Ávila, coordinadora de la BNHR y del Proyecto de Mujeres Fronterizas, quien como cada año se reúne con sus compañeras para denunciar el abuso ya sea físico o psicológico en contra de las mujeres.

“Es lamentable que a pesar de las denuncias aún sigamos arrastrando esta práctica desde la antigüedad. Todavía se ven este tipo de ataques contra nosotros”, expresó luego de dar su testimonio en el que denunció haber sido víctima de discriminación y abuso laboral.

Como madre soltera de tres hijos y migrante, dijo haber sufrido en carne propia, desde su llegada a este país, ese maltrato y segregación racial.

“Es muy duro contar lo que he vivido, pero sólo quiero decirles que las mujeres podemos, que a las mujeres nos hicieron fuertes, que somos las que más sufrimos, porque nadie soporta o muy pocas soportamos el dolor de ser madres, solteras, el trabajar duro para sacar adelante a nuestros hijos, dijo al borde de las lágrimas.

Y exhortó: tenemos que apoyarnos entre mujeres siempre, darnos la mano, porque es difícil cuando una mujer te ataca y los hombres te discriminan… porque dicen que somos débiles, por ser mujeres…”

En su experiencia denunció que recibió gritos calificándola de inútil, inepta e ineficaz para realizar sus tareas, además de la poca paga que recibía y la violencia verbal, dijo visiblemente consternada. 

 Cuestionan a autoridades

Pero no solamente en los centros de trabajo se da este tipo de prácticas sino lo lamentable es que en las propias agencias de Gobierno, como el Departamento de Policía y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) encargadas de garantizar su cuidado y seguridad es donde se da esa exclusión. Ejemplos enumeraron muchos.

Por su parte Irma Licón, quien acudió con sus dos hijas, dijo sentirse orgullosa de ser integrante de este tipo de organizaciones y participar “defendiendo mis derechos, los de mis compañeros, los que sí tenemos ganas de un cambio”.

Comentó que como madre ha enseñado a sus hijas a que aprendan a quererse, a amarse, a que nadie las tiene que pisotear por ser mujer o porque tienen necesidad. 

“Quien conoce mi historia sabe que es una historia triste y no quisiera entrar en detalles, pero siempre viví acoso sexual por ser joven y madre soltera y por ser inmigrante, tuvieron mucha oportunidad de hacerme garras”, apuntó.

Ahora dijo: “quiero que mis hijas aprendan a que ellas valen, que ellas son fuertes, que ellas pueden hacer muchas cosas simplemente por ser mujeres. Ellas no son pobrecitas porque fueron mujeres ¡no!… porque gracias a Dios que son mujeres van a hacer unas guerreras que van a sacar adelante este país y van a hacer ejemplo de muchas mujeres”.

 Urgen cambios 

En el acto tanto Fernando García como Carlos Marentes, líderes de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos y del Centro de Trabajadores Agrícolas, respectivamente, se sumaron a la causa resaltando y reconociendo su lucha.

“Este día hay que recordar que no hay futuro, no hay lucha y no habrá una mejor sociedad sin ustedes mujeres, sin la lucha de ustedes”, afirmó García, lo que motivó una ovación entre la multitud.

A su vez Marentes se pronunció por la urgente necesidad de cambiar esta sociedad por algo distinto.

“Y estoy totalmente de acuerdo que si algún día vamos a tener una sociedad mejor, con justicia, con igualdad, con paz, va a ser gracias a ustedes, a las mujeres que son la fuente de vida y que tienen como su principal proyecto proteger la vida”.

Al final y en señal de reconocimiento a su labor, las organizadoras entregaron un moño en color morado y una rosa. Luego tomaron entre sus manos un ramo largo de margaritas en señal de unidad al tiempo que una de ellas en voz alta dijo: “Mujeres quiéranse más, somos excepcionales”.

“Las mujeres indígenas afectadas por las empresas transnacionales y las mujeres en Ucrania afectadas  por la guerra están saliendo para buscar refugio por la emergencia. Estamos unidas con ellas en nuestro corazón y pensamiento porque somos mujeres”, dijo la activista Rosemary Rojas. 

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