Los precios aumentaron un 7.9 por ciento en este año hasta febrero, el ritmo de inflación más rápido en 40 años, ya que los precios de la gasolina aumentaron y una amplia gama de bienes y servicios se encarecieron.
El creciente costo de la gasolina, los alimentos y el alquiler contribuyeron al gran aumento, dijo la Oficina de Estadísticas Laborales, y los economistas esperan que la inflación aumente aún más en marzo, ya que la guerra en Ucrania empuja los precios en las gasolineras a niveles récord.
El rápido aumento de los precios ha afectado a los bolsillos de los consumidores, lo que ha provocado una caída de la confianza y ha estirado los presupuestos familiares. El aumento de los salarios y los ahorros acumulados durante la pandemia han ayudado a las familias a seguir gastando a pesar del aumento de los precios hasta el momento, pero la carga está recayendo intensamente sobre los hogares de bajos ingresos, que dedican una gran parte de sus presupuestos a las necesidades diarias que ahora se están volviendo más caras.
La explosión de precios presenta un desafío para la Casa Blanca, especialmente dado que las elecciones de mitad de período de noviembre se acercan rápidamente. Las sanciones y otras respuestas económicas a la guerra de Rusia en Ucrania prometen mantener la inflación elevada, al menos por un tiempo, a medida que aumentan los precios de la gasolina.