Después de tres jornadas del paro indefinido convocado por la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, la industria láctea española ha anunciado que paralizará su actividad a partir de este jueves debido a la imposibilidad para la producción de lácteos y su transporte.
Así lo ha anunciado la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), que aglutina a más de 60 empresas del sector y representa alrededor del 95 % de la producción nacional de lácteos.
A través de un comunicado, sostiene que como consecuencia del paro, las fábricas han visto interrumpido el suministro de los insumos necesarios para la elaboración de sus productos y se ha imposibilitado, asimismo, el traslado a las cadenas de distribución.
«Se ha anulado la capacidad de envasado y de almacenamiento y gestión de un alimento altamente perecedero y esencial para el consumo diario», alerta el texto. La Fenil advierte de que el paro «está acarreando consecuencias sociales, económicas y medioambientales inevitables pues supondrá la suspensión de la recogida de la leche en las explotaciones ganaderas». Además, asegura que «se pone en riesgo el abastecimiento de productos nutricionalmente básicos en la alimentación de las personas como son la leche y los lácteos».
La patronal láctea sostiene que la situación es producto del «desamparo y la impotencia de los transportistas ante la actuación de los mal llamados piquetes informativos que han bloqueado su actividad» y que solo se podrá revertir si «se garantiza el derecho a la movilidad y la seguridad de los transportistas que no han secundado la huelga». Para ello propone que se eviten conflictos de orden público en las carreteras españolas, «circunstancia conjugable con el respeto del derecho de huelga», añade.
De un paro minoritario a una posible crisis de suministros
Pocas horas antes era la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) la que denunciaba que había «graves problemas» en el transporte y envío de productos alimentarios como consecuencia de las movilizaciones de los transportistas.
FIAB alerta de numerosos incidentes por cortes de tráfico producidos en las entradas y salidas de centros logísticos y explotaciones para el suministro de materias primas, que dificultan la recogida de mercancías «indispensables para el funcionamiento de la industria de alimentación y bebidas y, por tanto, de toda la cadena alimentaria».
Así, lo que comenzó siendo un paro minoritario se encamina a convertirse en una crisis de suministros en el país. La Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional dice aglutinar a la mayoría de las pequeñas y medianas empresas de transporte del país, que suponen alrededor del 90 % del total.
El paro ha sido promovido sin el apoyo de las patronales del sector. Sin embargo, los convocantes lo justifican por «la situación económica de quiebra total» y por las condiciones laborales «de total precariedad» que sufren. Estas circunstancias, además, se han agravado durante los últimos meses por el alza del precio de los combustibles.