Turquía inauguró el viernes el puente colgante más largo del mundo, construido sobre el estrecho de los Dardanelos (noroeste), frontera natural entre Europa y Asia.
El «puente de Canakkale 1915», de 4,6 km de largo y con un alcance (distancia entre los dos pilares) de 2 km, es el primero en franquear este brazo de mar de unos sesenta kilómetros que conecta el mar Egeo con el mar de Mármara.
La obra, con un coste total de 2 mil 500 millones de euros (2 mil 766 millones de dólares), se añade a los otros tres puentes en Estambul que constituyen el nexo de unión entre ambos continentes, y conectará Tracia oriental con Anatolia, bordeando la capital del país.
Su inauguración tuvo lugar en el aniversario de la victoria naval de las fuerzas otomanas el 18 de marzo de 1915 ante los aliados en la batalla de los Dardanelos, también conocida como batalla de Gallipoli.
Los combates, que duraron hasta enero de 1916, desembocaron en la victoria del Imperio otomano frente a las tropas británicas y francesas.
Este puente es «una manera de mantener vivo el recuerdo de los mártires de Canakkale», destacó el viernes el presidente Recep Tayyip Erdogan en su discurso inaugural.