Las autoridades judiciales del estado de Iowa (EE.UU.) han revelado nuevos detalles relacionados con el caso de Jeremy Goodale y Willard Miller, dos adolescentes estadounidenses acusados de planear y asesinar el pasado noviembre a Nohema Graber, una profesora de español de origen mexicano, que enseñaba en su escuela de la ciudad de Fairfield, informó la agencia AP.
Según la orden de allanamiento, que había estado sellada por un juez hasta esta semana, los estudiantes, de 16 años, usaron un bate de béisbol para acabar con la vida de Graber, cuyos restos fueron hallados en un parque de la localidad el mismo día que fue reportada como desaparecida. Anteriormente, la Policía había detallado que la víctima, de 66 años, sufrió un «traumatismo craneal infligido» y que su cuerpo estaba oculto bajo una lona, una carretilla y unas traviesas de ferrocarril.
La reciente información también indica que Miller y Goodale «estuvieron involucrados en la planificación, ejecución y eliminación de pruebas» del crimen. Un testigo que conocía a Goodale mostró a los investigadores mensajes de Snapchat en los que se precisa cómo él y su cómplice vigilaron a Graber, la mataron, dónde había sido abandonado su cadáver y cómo se deshicieron y ocultaron las pruebas.
Miller admitió en un interrogatorio estar involucrado en los hechos y haber proporcionado los materiales utilizados para cometer el asesinato, entre ellos, una carretilla de su casa. Al respecto, las autoridades aseguran que un testigo avistó a un sujeto empujando una por una calle de Fairfield alrededor de la medianoche del 2 de noviembre, día en que ocurrieron los hechos. Otros detalles del caso, incluida su motivación, aún no han sido dados a conocer. El año pasado, el fiscal del condado de Jefferson, Chauncey Moulding, aseveró que no había ninguna prueba que sugiriera que el asesinato estaba motivado por la raza.
Los dos estudiantes han sido acusados como adultos de homicidio en primer grado y de conspiración para cometer un homicidio en primer grado. Sin embargo, sus abogados buscan que se les juzgue por el sistema de menores y están luchando por mantener fuera del dominio público otros documentos del caso. La defensa de los adolescentes también intentó impedir que los medios de comunicación cubran la audiencia de este jueves, donde se decidirá si finalmente un tribunal de adultos se ocupará de su condena, un juez rechazó este martes la solicitud.
En Iowa, la sentencia por tales cargos es cadena perpetua, aunque en 2016 la Corte Suprema prohibió imponer este castigo sin libertad condicional para delincuentes menores de 18 años. Si son condenados como adultos, Goodale y Miller podrían cumplir largas penas en prisión, pero si son trasladados a un tribunal de menores, quedarían en libertad en menos de dos años. Las fechas para sus juicios están programas para el 23 de agosto y el 1 de noviembre, respectivamente.