La afición no estaba contenta con el resultado en el Coloso de Santa Úrsula y el grito apareció
El Estadio Azteca se convirtió en un volcán que se dedicó a almacenar lava pero que nunca pudo estallar y para buscar salidas de presión el grito homofóbico se hizo presente.
En el partido cada vez que se efectuaba un despeje de meta por parte de los Estados Unidos, se escuchaba el grito de ‘México’ por parte del sonido local buscando que los fanáticos le siguieran.
En los minutos finales del certamen entre México y Estados Unidos, la afición terminó por explotar con el grito homofóbico cuando Steffen realizó el despeje desde su puerta.
Para este partido se iba a retirar del estadio a los que hicieran el grito homofóbico y no podrían ver un juego de la Selección Mexicana por 5 años aprovechando el Fan ID, el cual colapsó ante la gran cantidad de asistentes.