Carlos Alberto Lozano, el hombre sentenciado a 25 años bajo cargos de homicidio que logró salir bajo fianza al exhibir las anomalías realizadas por la Fiscalía local, comparecerá nuevamente hoy lunes ante el juez Patrick García, de la Corte 384 de Distrito luego de que la semana pasada aplazó el mandato de libertad para que sepultara a su madre.
El inculpado, a quien le fuera revocado el mandato de libertad por la Corte de Apelaciones de Austin en enero del 2021, podría volver a prisión a pesar de la presentación de argumentos que asientan que su actuación en el crimen fue en defensa propia.
Aunque el mandato fue liberado en diciembre del año pasado el juez García en un acto de compasión decidió aplazar la fecha luego de que el abogado de Lozano, Tate Saunders, sometiera un recurso para que diera cristiana sepultura a su mamá fallecida ese mes, hecho ocurrido este fin de semana.
En la comparecencia realizada el pasado 29 de enero y presidida por Patrick García, asistieron el fiscal Todd Darnold y el abogado Tate Saunders, quienes estuvieron de manera virtual a través de la plataforma Zoom.
Luego de la introducción de la causa Saunders refirió la presentación de la solicitud para emplazar el mandato de ley y permitir a su cliente asistir al velorio de su progenitora a lo que el juez preguntó al fiscal su opinión a la diligencia.
“Creo que el mandato de la Corte ya está dado y en mi opinión debe ser encarcelado sin importar que haya fallecido su madre”, expresó el acusador del DA al magistrado; sin embargo agregó que el juez tenía la discrecionalidad.
“Gracias a Dios que en esta ocasión el juez (García) demostró compasión aunque en otras veces no la ha demostrado. La verdad no esperaba esto”, dijo aún incrédulo de salir de nuevo a las calles el pasado 29 de enero.
“En esta nueva audiencia someteré una moción FOIA, un documento en el que pediré que ellos produzcan los documentos de los “bid bonds” “performance bonds” y “payment bonds” que ellos retiraron de mi cuenta en cuanto me encerraron. El único que puede retirar “bonds” de mi cuenta, soy yo”, recalcó.
“Ellos firmaron esos documentos entre el juez, la Clerk, y Jaime Esparza, y allí en mi archivo están.
Al yo meter el documento, ellos deben responder a mi petición”, abundó el sentenciado, quien tiene la esperanza de obtener una fianza y continuar libre.
En lo que se considera un hecho prodigioso, Lozano –que fue encontrado culpable por el jurado–, permaneció cuatro años en la cárcel, pero recuperó su libertad al someter su recurso a la Corte de Apelaciones del Octavo Distrito de El Paso, la cual falló a su favor y le concedió la libertad bajo fianza.
A un año del fallo el tribunal de segunda instancia considerará un nuevo juicio en contra de Carlos Alberto, ahora el juez García requirió al indiciado para continuar el proceso.
Con un proceso lleno de irregularidades, Lozano manifestó que en caso de que lo vuelvan a encerrar continuará peleando su causa.
“La misma Corte de Apelaciones me dio las herramientas para demostrar mi inocencia y todas las artimañas que se vertieron en mi contra”, dijo horas antes de su comparecencia el 29 de enero.
“¡Lo que me sucedió fue un milagro! porque es casi imposible que alguien se entere de lo que hace el Gobierno y sobre todo que gane su caso porque ellos –el Estado– van a hacer lo que tengan que hacer, incluso cosas ilegales para mantenerse en el poder, por dinero o cuestiones políticas”, comentó al recordar su hazaña en la que recuperó su libertad.
Abandonado por sus abogados, una vez que fue sentenciado, el fronterizo se dedicó a estudiar leyes en la cárcel, y se dio cuenta de elementos que viciaron su proceso, entre ellos el haber sido acusado de asesinato capital –con declaraciones tergiversadas de testigos–, cuando en realidad, asegura, se trataba de legítima defensa: mató a un hombre que ingresó a su vehículo para agredirlo, utilizando la pistola que cargaba en su camioneta como medida de seguridad.
En aquella ocasión acusó directamente al entonces fiscal de Distrito (DA) de El Paso, Jaime Esparza, cuya oficina persigue los casos de asesinato, de haber actuado negligentemente.
“Esas mismas personas que nos deben defender, nos refunden en la cárcel obedeciendo intereses personales. Esto lo tiene que saber el pueblo, porque Dios no lo quiera, a cualquier persona le puede suceder lo mismo”, dijo Lozano.
Expresó que el haberle ganado al Estado lo llenó de gozo y sobre todo reconocer la labor de los jueces asignados a la Corte de Apelaciones de El Paso por haber detectado el error y explicado muy bien, en su opinión, que el DA no demostró con pruebas concretas su culpabilidad… “fue asombroso”.