Gerardo Martino pasó de ser vitoreado en el 2019 a convertirse en el villano. A pesar de todo, lleva al Tri a Qatar cumpliendo el objetivo.
México estará en Qatar después de pasar los últimos meses por varios aros de fuego. Lo que empezó para Gerardo Tata Martino en marzo de 2019 como una idílica relación, termina desgastada y con fricciones sin haber jugado el Mundial todavía.
La encomienda para Martino, por encima de cualquier cosa, era obtener el pase a Qatar, lo que oficializará hoy, sin embargo, en el camino se ha ido dejando la piel.
Es importante empezar el proceso bien, le ganamos al bicampeón de América. Destaco en este inicio la predisposición y el deseo”, contaba Martino en su debut tras vencer a Chile en amistoso.
Lo ordinario para Martino será centrarse en los números. En la frialdad de la aritmética no habrá discusión, hasta antes de conseguir su pase mundialista ganó 34 veces, empató 10 y perdió siete.
Incluso, levantó la Copa Oro en 2019 en la que los jugadores le entregaron el trofeo, el primero que obtenía con una selección, “lo valoro demasiado, me emocionó el gesto de mis futbolistas. Los entrenadores solemos estar al margen de los festejos”.
Todo iba con el viento a favor hasta que en el 2020 la pandemia torció el camino del Tri y entonces el ánimo se empezó a atormentar. Aun así, una gira por Europa se saldó con buenos resultados.
Pronto vendría el descuadre cuando se perdió con Estados Unidos, en junio de 2021 la Nations League en tiempos extras. Entonces el equipo comenzaba a atascarse.
Además, ya era recurrente el grito homofóbico que para septiembre trajo iniciar las eliminatorias sin público más enésimos castigos económicos. Al poco tiempo, perdió otra final con Estados Unidos en la Copa Oro de agosto de 2021 y entonces se comenzó a notar la lividez en Martino y los jugadores. De nada servían los amistosos si en los juegos importantes el equipo se desplomaba.
Peor aún, para finales de 2021, el Tri se notó embargado por una inexplicable sensación de inseguridad y cayó en la eliminatoria en sus visitas a Canadá y Estados Unidos, cediendo toda opción de tomar el liderato del octagonal.
No es una cuestión personal con Estados Unidos, perdimos con ellos tres veces, pero tenemos que levantarnos para sacar la eliminatoria”.
Aquel Tata Martino endiosado por los fanáticos en 2019, de pronto era un traidor de ideales, perseguido por un monstruo vestido de barras y estrellas. Con un equipo insolvente e insípido que cada partido jugaba peor y él enfermando por el desprendimiento de retina en su ojo derecho, llega al final del camino justo antes de entrar a las puertas del Mundial. Cumplió el objetivo, pero sus heridas son profusas.
ES POR UNA BURBUJA DE GAS
Gerardo Martino no se sube desde enero a un avión, según comentó, por lo que aclaró el tema de salud que le aqueja.
Tengo un problema en mi ojo derecho por dos desprendimientos de retina; la primera vez me operaron en septiembre y luego en febrero. El procedimiento tiene una parte de una burbuja de gas para que la retina tome su lugar habitual, mientras eso no se disuelva, no estoy en posibilidad de subirme a un avión, por el tema de la presión”.
Técnicos como Miguel Herrera cargaron contra Martino en el tema de la salud al aducir que, si no está bien, debería hacerse a un lado.
La situación de viajar depende de la burbuja de gas que tengo y no ha desaparecido. En la cirugía de septiembre en 31 días ya no estaba, ahora tengo 45 días y no ha desaparecido”.
Más allá de eso, el estratega aparentemente se encuentra bien y podrá estar con México en el Mundial, aunque después de la eliminatoria tendrá reunión con los directivos.
QUIEREN GANAR EXPERIENCIA
Para El Salvador es un desahogo terminar la eliminatoria, siendo un equipo que, más allá de perseguir el pase al Mundial, busca recolectar experiencia y calidad.
Por eso, en esta última visita a Ciudad de México, esperan hacer un partido decoroso y borrar el último encuentro en que cayeron con facilidad contra el Tri 0-2 en San Salvador.
Gersón Pérez, auxiliar técnico de Hugo Pérez, comentó que la idea es competir en el Estadio Azteca.
Hemos adquirido mucha experiencia, han sido partidos difíciles en los que nuestra selección quería seguir desarrollando y creciendo”.
Será el tercer partido en menos de un año entre cuscatlecos y mexicanos. Los otros dos los ganó el Tri en Copa Oro y eliminatoria pero para Pérez es buena señal enfrentarse continuamente a rivales más fuertes.
México es un equipo duro y excelente en su casa, esperamos dar más pelea que en el pasado”.