La reforma al sector eléctrico propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador podría orillar a México a una recesión económica, advirtió Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.
En conferencia, el experto indicó que este año la economía local crecería solo 1.2 por ciento, y ya no 2.2 por ciento como se estimaba anteriormente.
Sin embargo, indicó que aún persisten riesgos a la baja para este paupérrimo crecimiento proyectado, entre los que destaca el avance a la reforma eléctrica. Consideró que, de avanzar esta propuesta tal como la planteó el Ejecutivo, podría minar la confianza de los inversionistas.
“(La reforma eléctrica) afectaría la inversión por tres canales; el primer canal, simplemente la incertidumbre en un país donde se pueden afectar contratos; el segundo canal, es que hay muchas empresas que no quieren invertir en un país en donde la electricidad es más cara y más contaminante…, y en el tercer canal, bajo nuestra opinión, esto representaría una violación al tratado de libre comercio”, destacó.
Ernesto O’Farrill, presidente de Grupo Bursamétrica, coincidió que se mermarían significativamente las perspectivas económicas de este año, con un crecimiento del PIB de 1.5 por ciento este año.
“Una recesión es el riesgo más importante que tenemos enfrente, porque esta reforma podría dar como consecuencia una estampida de empresas que tendrían que irse a producir a otro lado, empresas tanto mexicanas como extranjeras; entonces sí se podría materializar una recesión”, dijo, pues las regulaciones exigen energías limpias.
O’Farrill aseveró que, inclusive esta reforma podría derivar en la expulsión de México del T-MEC, pues “¿para qué nos querrían nuestros socios comerciales si no podríamos generar energías limpias?”, dijo.
Carlos López Jones, director de la consultora Tendencias, prevé que los efectos se comenzarían a verse en el mediano y largo plazo, ya que, por ejemplo, las controversias del T-MEC toman tiempo.
“También habrá que ver que reacción tienen las empresas, pueden dejar de operar y en consecuencia habría apagones y pérdidas importantes, pero si deciden impugnar y seguir operando, no habría afectaciones en el resto de la economía, lo que sí veríamos sería elevada volatilidad en el mercado cambiario y bursátil por la incertidumbre de estas medidas”, subrayó.