Tedros ofreció la cifra en una conferencia de prensa en Port Sudan, sobre el Mar Rojo, donde tiene su sede el gobierno internacionalmente reconocido y respaldado por las fuerzas armadas. Añadió que el saldo verdadero de muertes podría ser mucho mayor.
“Sudán está sufriendo una tormenta perfecta de crisis”, dijo Tedros al concluir una visita de dos días a Sudán. “La magnitud de la emergencia es asombrosa, como lo es la falta de acciones para poner fin a este conflicto”.
Sudán se hundió en crisis en abril del año pasado cuando estallaron choques entre las fuerzas armadas y un grupo paramilitar llamado Fuerzas de Apoyo Rápido.
El conflicto ha convertido en campos de guerra a la capital Jartum y otras partes del país, diezmando infraestructura civil y acabando con un sistema de salud ya golpeado. Sin los suministros básicos, muchos hospitales e instalaciones médicas han cerrado.
El conflicto ha creado el mayor éxodo de refugiados del domingo. Más de 13 millones de personas han tenido que huir de sus viviendas desde que estallaron los combates, según la Organización Internacional para las Migraciones. Entre ellas hay unas 2,3 millones que han huido a países vecinos.
Han ocurrido incluso atrocidades como violaciones masivas y masacres por motivos étnicos que llegan al nivel de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, según la ONU y grupos internacionales de derechos humanos.
El viernes, investigadores de derechos humanos apoyados por la ONU pidieron la creación de una “fuerza independiente e imparcial” para proteger a civiles, culpando a ambos bandos por crímenes de guerra como asesinatos, mutilaciones y torturas.