El organismo de la ONU «lanza un llamado de ayuda urgente para evitar que la sequía generalizada desencadenada por el fenómeno El Niño se transforme en una catástrofe humanitaria de gran escala», declaro en Ginebra el portavoz del PMA para el sur de África, Tomson Phiri.
El PMA está distribuyendo alimentos y apoyando programas de ayuda pero solo ha recibido una quinta parte de los 369 millones de dólares necesarios, lamentó Phiri.
Cinco países (Lesoto, Malawi, Namibia, Zambia y Zimbabue) declararon el estado de emergencia, después de que la sequía destruyera cultivos y ganado hace varios meses.
Angola y Mozambique también están gravemente afectados, indicó el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La sequía ha destruido el 70% de las cosechas en Zambia y el 80% en Zimbabue, indicó en julio a AFP la directora interina regional del PMA para el sur de África, Lola Castro.
Se espera que la crisis continúe agravándose hasta las próximas cosechas en marzo y abril del próximo año, advirtió el PMA.
«Una sequía histórica –la peor crisis alimentaria hasta el momento– ha destruido más de 27 millones de vidas en toda la región», declaró el portavoz del PMA para el sur de África, Tomson Phiri.
«Alrededor de 21 millones de niños están desnutridos», agregó.
La sequía ha sido provocada por el recurrente fenómeno meteorológico El Niño, responsable de las condiciones de sequía en algunas regiones del mundo y de abundantes lluvias en otras.
Se trataría de la peor sequía en la región desde hace un siglo, según Lola Castro.
La falta de lluvia también redujo la capacidad de hidroeléctrica en la región, provocando importantes cortes de electricidad.
Zimbabue y Namibia anunciaron que sacrificaron cientos de animales silvestres, como elefantes, para aliviar la presión sobre los recursos.