NO HAY ESCONDITE PARA NADIE QUE ASESINE A NUESTRAS FUERZAS DEL ORDEN; PEDIREMOS EXTRADICIÓN INMEDIATA: FISCAL DE EU

El Gobierno de Estados Unidos agradeció a México la detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero y anunció que buscará su extradición “inmediata”.

“No hay escondite para nadie que secuestre, tortura y asesine a las fuerzas del orden estadounidenses. Estamos profundamente agradecidos con las autoridades mexicanas por la captura y arresto de Rafael Caro Quintero. El arresto de hoy es la culminación del trabajo incansable de la DEA y sus socios mexicanos para llevar a Caro Quintero ante la justicia por sus presuntos delitos, incluida la tortura y ejecución del agente especial de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena. Estaremos buscando su extradición inmediata a los Estados Unidos para que pueda ser juzgado por estos crímenes en el mismo sistema de justicia que el agente especial Camarena murió defendiendo”, declaró el Fiscal General de Estados Unidos Merrick B. Garland.

En el comunicado difundido por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, también da el pésame a los 14 militares que murieron hoy en el desplome de un helicóptero en Los Mochis, Sinaloa.

“Nos unimos al duelo por los 14 militares mexicanos que dieron su vida al servicio de su país y expresamos nuestras condolencias a los seres queridos que dejaron atrás”, destacó.

Rafael Caro Quintero, uno de los hombres más buscados por Estados Unidos por el asesinato de un agente federal en 1985, fue detenido el viernes casi una década después que salir de la cárcel debido a un aparente error judicial y de haber regresado a la vida delictiva.

Según informó la Secretaría de Marina en un comunicado, Caro Quintero fue localizado entre matorrales por un perro de la Armada llamado “Max” durante un operativo conjunto con la Fiscalía General en San Simón, un municipio de la sierra del estado norteño de Sinaloa. Según el Registro Nacional de Detenciones, la captura tuvo lugar en torno al mediodía.

El capo tenía dos órdenes de aprehensión en México y una orden de extradición a Estados Unidos.

En un video divulgado por la Marina se le ve en el monte, entre dos elementos de seguridad que le ofrecen una botella de agua.

Caro Quintero fue liberado por las autoridades mexicanas en 2013 tras estar 28 años en prisión por el homicidio del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena. Una corte de apelación emitió una orden de libertad y aunque después la resolución fue revertida, ya era demasiado tarde: el capo se había evaporado a bordo de un vehículo que le esperaba fuera de la cárcel.

Horas después de su captura, un helicóptero Black Hawk de la Marina con 15 personas a bordo se desplomó en Los Mochis, también al norte de Sinaloa, dejando un saldo de 14 fallecidos. La Armada confirmó el suceso, de causas todavía desconocidas, en el mismo comunicado del arresto, pero indicó que “no se cuenta con información de que el accidente aéreo esté relacionado con la detención del presunto narcotraficante”.

La detención de Caro Quintero supone el mayor golpe al narcotráfico de la actual administración de Andrés Manuel López Obrador, que desde que asumió el poder en diciembre de 2018 optó por una estrategia de seguridad —-sintetizada en el lema “abrazos, no balazos”— basada en no luchar frontalmente contra los cárteles sino en atajar sus causas, una política duramente criticada porque no ha logrado detener la violencia en el país.

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