‘ESTUDIE PARA SALVAR VIDAS,NO PARA PERDER LA MIA’…

Al grito de “¡Estudié para salvar vidas, no para perder la mía!”, pasantes de medicina de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) exigieron a la institución educativa retirar plazas de servicio social con altos índices de violencia que fueron asignadas la semana pasada, además de la creación de protocolos de seguridad para actuar en caso de enfrentar situaciones que pongan en riesgo su vida.

A la exigencia de plazas seguras se unieron médicos egresados de la UACJ que años atrás realizaron su servicio social en las zonas serranas de la entidad, quienes enfrentaron desde amenazas de quemar las clínicas donde servían hasta encuentros con grupos criminales donde fueron obligados a atender a heridos del crimen organizado.

“¿Usted alguna vez ha tenido miedo? Ellos ahorita lo tienen”, cuestionó un médico residente egresado de la UACJ al director del Instituto de Ciencias Biomédicas, Salvador Nava, luego de que marcharon de Rectoría al interior de la escuela para exigir que sus solicitudes fueran escuchadas y, sobre todo, para que se decline la decisión de enviar pasantes a la zona serrana.

“Es un miedo que tuvimos hace cinco años y así como usted ahorita dice que durante el servicio social somos parte de la Secretaría de Salud, del IMSS o de otro lado, la verdad es que no, somos parte de la UACJ porque a ustedes les gusta pararse el cuello con todos los médicos que salen egresados de aquí”, dijo el médico para exhortar la intervención de la Universidad.

El pasado jueves, en el interior de la UACJ se realizó un acto público en que se ofertaron 56 plazas para servicio social: 22 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Bienestar, 17 de la Secretaría de Salud, 8 de IMSS Ordinario y 9 de Vinculación, entre las que se encontraron sedes que constantemente han sido reportadas como peligrosas por pasantes de medicina.

Antes de que se le diera a conocer a los pasantes la lista de plazas disponibles autoridades educativas y de salud acordaron no ofertar un lugar en San Juanito, donde fue asesinada una doctora el pasado lunes, pero continuaron presentes otras sedes que no fueron aceptadas por los egresados de medicina ante el temor por la inseguridad de las zonas: Ojachichi, Bocoyna, y Tónocha, en Guachochi.

Ante la situación, los pasantes de medicina que iniciarán su servicio social el próximo primero de agosto solicitaron la eliminación de plazas en Namiquipa, El Vergel, Guachochi, Uracho, Madera, Villa Ahumada, Guazapares, Urique y Bocoyna, además del retiro de médicos que ya se encuentren laborando en estos lugares, así como su reasignación en espacios seguros.

Entre los protestantes se encontraron médicos que recordaron a la UACJ que en noviembre del 2017 también exigieron a la universidad salvaguardar la integridad de sus pasantes, luego de que en Gómez Farías recibieron amenazas por parte del crimen organizado, y a pesar de que se les escuchó y prometió proteger una vez más fueron asignadas plazas inseguras.

De Rectoría a ICB, los manifestantes portaron cartulinas con las consignas “¡Quiero a mis amigos titulados, no muertos!”, “Los muertos no dan consulta”, “Servicio médico digno y seguro”, “Ni un bata menos”, “No me niego a mi servicio, me da miedo no regresar” y “Ni un pasante menos”, las cuales sostuvieron en alto ante el director del instituto.

Al ser recibidos por Salvador Nava, le exigieron que la universidad emitiera una postura oficial ante los hechos violentos registrados en contra del gremio médico, el asesinato de una doctora en San Juanito y de un pasante de medicina en Durante, y actuar en beneficio de sus egresados, así como lo hizo públicamente la Universidad Autónoma de Chihuahua.

“Condenamos cualquier muerte, cualquier crimen, cualquier deceso que suceda a los miembros de nuestra profesión, esta profesión del área de la salud que tiene el sentido de servir”, dijo el director de ICB, quien citó a los egresados de medicina a una reunión el viernes a las 10:00 horas con el objetivo de brindar una solución a sus exigencias.

Sin embargo, señaló que la oferta de plazas no depende de la institución educativa, sino que es responsabilidad de las diversas áreas de salud, por lo que la UACJ únicamente tiene la competencia de dar seguimiento a sus solicitudes con el objetivo de salvaguardar su integridad, a lo cual se comprometió después de escuchar cada una de sus exigencias.

Esta semana, pasantes de medicina de la UACH también salieron a las calles a protestar y en atención a sus demandas tanto la universidad como la Secretaría de Salud anunciaron el retiro de plazas consideradas con altos índices de violencia, entre las que se encontraron lugares que sí fueron ofertados a la UACJ por parte de IMSS-Bienestar, como Madera, Bocoyna, Guachochi y Ocampo.

“La Secretaría (de Salud) es quien maneja este tema y en realidad considero que si tomamos la decisión de no mandarlos no ayudamos en mucho. Debe de ser una solución integral y también considerar que en las comunidades rurales requieren atención de los médicos, pero nos preocupa la seguridad de nuestros pasantes”, dijo el rector de la UACJ, Ignacio Camargo Nassar.

Además, explicó que anteriormente envió un oficio en que solicitó a la Secretaría de Salud evitar ofertar plazas consideradas de riesgo, las cuales fueron eliminadas; sin embargo, el director de ICB señaló que por parte de IMSS-Bienestar sí se mantuvieron plazas de servicio social en zonas serranas, como Guachochi, porque aseguraron que no representaban un riesgo.

Con velas encendidas entre sus manos y la bata de un médico manchada de color rojo, los pasantes de medicina de servicio social de la UACJ recorrieron las calles hacia las puertas del IMSS número 6, luego continuaron su clamor de seguridad en el Hospital General y, finalmente, en el Hospital de la Mujer concluyeron su protesta nombrando a trabajadores de la salud que han sido asesinados.

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