En una tarde lluviosa en Ciudad Universitaria, los felinos perdieron 1-2 ante La Máquina, que sueña con la clasificación
Cruz Azul venció 1-2 a Pumas en CU, en una noche fría y lluviosa en la que las aspiraciones felinas de calificar de siquiera alcanzar Repechaje, comenzaron a irse de sus manos. Mientras que los celestes se mantienen con la posibilidad de estar en la Fiesta Grande.
Un duelo entre grandes sí, pero ambos necesitados de puntos para permanecer con la esperanza latente de clasificar; sin embargo, la urgencia era mayor para los felinos. Pumas recibió a Cruz Azul en Ciudad Universitaria con la consigna de ganar a como diera lugar, pero la inconsistencia que ha mostrado Universidad a lo largo del torneo se hizo presente nuevamente porque a pesar de que en el terreno de juego se veían parejos, los goles estuvieron del lado celeste.
Primero, al minuto 27, Rodrigo Huescas no dejó ir la oportunidad que le dieron Freire y Rodríguez, y anotó el primer tanto azul. Y un gol podía ser revertido por los felinos, pero casi al silbatazo final del primer tiempo, Dani y Dinenno no lograron cortar el camino de la pelota y Gonzalo Carneiro alcanzó a darse la vuelta en la línea y metió el segundo tanto cementero.
Y cuando las cosas empezaban a ponerse difíciles para Pumas, después de varias ocasiones de gol, un rebote le quedó a Diogo de Oliveira y el brasileño nuevamente apareció cuando su equipo más lo necesitaba; marcó el gol felino y acortó la distancia en el marcador.
Con la lluvia cayendo intensamente en CU, el reloj seguía su curso, Pumas siguió pisando el área celeste y en Juan Ignacio Dinenno tuvo el empate cuando se quedó solo frente al marco de Jesús Corona y terminó fallando, y tan era el empate auriazul, que el mismo ‘Comandante’ se lamentó su error. Aunque minutos después trató de sacarse la espina al anotar e incluso festejar con todas sus fuerzas, el gol que fue anotado por fuera de lugar.
A partir de ahí fue Cruz Azul el que metió en aprietos a los felinos, pero para fortuna de los Pumas, de nada sirvió, pues tuvieron que quedarse con el sabor de una derrota más, y los celestes con la alegría de haber ganado un partido de vital importancia.