El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha entregado la carta de la salida de Rusia del Consejo de Europa (CdE) a la secretaria general de la organización, Marija Pejcinovic Buric, según lo ha comunicado este martes el viceportavoz de la Duma Estatal, Piotr Tolstói.
«Se ha tomado la decisión de salir del Consejo de Europa», escribió Tolstói en su cuenta de Telegram. El vocero ruso señaló que «Rusia sale del Consejo de Europa por voluntad propia» y que se trata de una decisión «deliberada y bien pensada». Tolstói detalló que la decisión fue tomada durante una de las «discusiones antirrusas» en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, el resultado de la cual podría ser «otra resolución rusófoba que se basa en especulaciones que no tienen nada que ver con la realidad».
«Toda la responsabilidad por la ruptura del diálogo con el Consejo de Europa recae en los países de la OTAN que todo este tiempo han utilizado el tema de los derechos humanos para promover sus propios intereses geopolíticos y atacar a nuestro país», afirmó.
Al mismo tiempo, agregó que, debido a la presión política y las sanciones «sin precedentes» a Rusia, el país dejará de pagar la cuota anual a la organización.
«Un instrumento de política antirrusa»
Mientras, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia recalcaron que los países de la OTAN y la Unión Europea «abusan de su mayoría en el Consejo de Europa» y convierten a la organización en un «instrumento de política antirrusa, rechazando el diálogo equitativo». En este contexto, la Cancillería rusa condenó la decisión de suspender el derecho de representación de Rusia en el organismo, adoptada el pasado 25 de febrero.
«El potencial unificador del Consejo de Europa fue destruido por los países de la OTAN y la UE. Ven en esta organización solo un método de garantizar ideológicamente su expansión militar, política y económica hacia el este, de imponer el ‘orden basado en las reglas’ que les convienen, pero en realidad [es] ‘un juego sin reglas'», reza el comunicado de la Cancillería rusa. «Nos despedimos sin pesar de este Consejo de Europa«, agregaron.
El ministerio ruso enfatizó que los países que obligaron a Rusia a dar ese paso son los responsables de la «destrucción del espacio humanitario jurídico común en el continente» y las consecuencias para el propio Consejo de Europa.
Asimismo, el ministerio ruso subrayó que la salida de la organización no afectará a los derechos y las libertades de los ciudadanos rusos, mientras que el país sigue abierto a la «colaboración pragmática y equitativa» con los Estados miembros del Consejo de Europa.